VER RESUMEN

Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

Melissa dejó de ser un huracán y se ha transformado en un ciclón postropical tras causar más de 50 muertos en el Caribe, afectando a países como Jamaica y Haití. A pesar de alejarse de tierra, se prevé que las marejadas continúen impactando la costa noreste de Estados Unidos, Canadá y otras regiones. Se espera que Melissa se mantenga como un ciclón extratropical fuerte durante los próximos días, con un debilitamiento gradual. Jamaica reporta 19 fallecidos, mientras que Haití registra 31 muertes y 21 desaparecidos.

Melissa dejó de ser un huracán y se convirtió este viernes en ciclón postropical tras dejar más de 50 muertos en países del Caribe, como Jamaica y Haití, según el Centro Nacional de Huracanes (NHC, en inglés) estadounidense, que emitió un último aviso.

Aunque se aleja de tierra, el organismo advirtió que las marejadas generadas por Melissa, que el martes impactó a Jamaica y el miércoles a Cuba, continuarán afectando por dos días a la costa noreste de Estados Unidos y el Atlántico de Canadá, además de las Bahamas, las Bermudas y las Islas Turcas y Caicos.

“Los modelos globales indican que Melissa continuará siendo un ciclón extratropical grande y fuerte durante los próximos dos días a medida que atraviesa el Atlántico Norte. Solo se espera un debilitamiento gradual hasta el fin de semana”, expuso el informe.

Debilitamiento gradual de Melissa

El “debilitamiento gradual” de Melissa ocurre mientras este viernes Jamaica elevó a 19 los muertos por el huracán, que fue “la tormenta del siglo” al tocar este país como huracán categoría 5, según la Organización Meteorológica Mundial (OMM).

En tanto, Haití subió a 31 la cifra oficial de fallecidos y a 21 la de desaparecidos, lo que se suma a cuarto muertos en Panamá y uno más en República Dominicana.

En Cuba, donde Melissa pasó con una categoría 3, el Gobierno no ha ofrecido una evaluación preliminar de daños, pero se estiman millones de afectados por apagones, destrucción de viviendas e infraestructura, cortes de carreteras, problemas generalizados en las comunicaciones, e inundaciones.