Johnny Herrera contó supuesto proyecto millonario de estadio para La U: "Hasta holograma había"

Desde hace más de 20 años, La U ha anhelado contar con un estadio propio que honre su historia y potencia como uno de los clubes más grandes del fútbol chileno.

Aunque el Estadio Nacional ha sido su casa durante varias décadas, tanto hinchas como dirigentes sueñan con un recinto exclusivo, moderno y con capacidad de generar ingresos para el club.

El proyecto de un estadio propio ha tenido a lo largo del tiempo varios intentos, desde planes en terrenos a la periferia de Santiago hasta propuestas con financiamiento internacional. Sin embargo, estos sueños se han visto frenados por una constante: problemas legales, conflictos por los terrenos y limitaciones económicas.

Las maquetas y negociaciones millonarias, que alguna vez levantaron la ilusión de los fanáticos, nunca llegaron a concretarse.

Recientemente, el exarquero de La U y figura histórica del ‘Romántico Viajero’, Johnny Herrera, reveló nuevos y sorprendentes detalles sobre un supuesto proyecto millonario que estuvo a punto de materializarse, y que involucraba a la gigante petrolera Aramco.

Herrera explicó en su rol de comentarista en TNT Sports cómo se fraguó el fallido intento de construir un estadio propio, que contaba con el respaldo financiero de la compañía internacional.

“Cuando asume el grupo de Clark (Sartor en 2021), Aramco tenía alrededor de 100 millones de dólares para poner con el nombre del estadio y todo lo demás“, contó el ‘Samurái Azul’.

Sin embargo, el sueño no pudo concretarse debido a un obstáculo crucial que fue la falta de acuerdo sobre el terreno.

“El tema fue el terreno, había un conflicto grande y cuando estuvo cerca, algo pasó“, agregó Herrera.

“Finalmente, el terreno estaba, había maqueta lista, incluso un holograma del estadio, pero no hubo plata para comprar el terreno“, remató el exgolero, el jugador más ganador en la historia de Universidad de Chile.

De esta forma, el sueño del estadio propio para los azules estuvo más cerca que nunca, pero la falta de recursos para asegurar el terreno definitivo fue el punto que derrumbó la última oportunidad.