El presidente chino Xi Jinping reunió el domingo a los líderes de Rusia e India junto con dignatarios de unos 20 países euroasiáticos en una cumbre de alto perfil destinada a situar a China en el centro de las relaciones regionales.
La seguridad fue estricta en la ciudad portuaria de Tianjin, donde se celebra la cumbre de la OCS hasta este lunes, pocos días antes de un gran desfile militar en la capital, Beijing, para conmemorar los 80 años del fin de la Segunda Guerra Mundial.
La Organización de Cooperación de Shanghái, que existe desde 2001, está integrada por China, India, Rusia, Pakistán, Irán, Kazajistán, Kirguistán, Tayikistán, Uzbekistán y Bielorrusia, con otros 16 países como observadores o “socios de diálogo”.
El presidente ruso Vladimir Putin aterrizó el domingo en Tianjin acompañado de una comitiva de altos funcionarios y representantes empresariales.
Mientras tanto, Xi celebró una serie de reuniones bilaterales con líderes de Maldivas, Azerbaiyán, Kirguistán y con uno de los principales aliados de Putin, el presidente bielorruso Alexander Lukashenko.
Junto con Putin y -tras reunirse con- el primer ministro indio, Narendra Modi, escenificaron hoy en Tianjin su sintonía en la 25ª versión de la cumbre OCS, con mensajes que cuestionaron la hegemonía occidental y defendieron un orden multipolar.
Xi anunció que China destinará este año ayudas de unos 280 millones de dólares a los Estados miembros del bloque, al tiempo que pidió “derribar muros y no construirlos” y “oponerse al hegemonismo” y al “proteccionismo”, en una velada referencia a la guerra comercial desatada por el presidente estadounidense, Donald Trump.
El mandatario chino defendió que la OCS debe ser “un pilar de la multipolaridad y de la democratización de las relaciones internacionales” y que los países miembros “jamás serán enemigos”.
Putin, por su parte, agradeció los “esfuerzos” de China, la India y otros socios de la OCS para tratar de poner fin a la guerra en Ucrania y sostuvo que “los intentos de Occidente de incorporar Ucrania a la OTAN son una de las causas” del conflicto.
Modi, en su intervención, reclamó una política de “tolerancia cero” contra el “terrorismo transfronterizo, el separatismo y el extremismo”.
Contra las injerencias internas
La OCS rechazó las “injerencias en asuntos internos” usando los derechos humanos como “pretexto” y condenó las “conmociones al comercio internacional”, en una declaración firmada por los líderes de los países miembros.
Los Estados miembros “abogan por la construcción de un mundo de paz duradera” y se comprometieron a cooperar en “la lucha contra el separatismo, el terrorismo y el extremismo”.
El texto condena “de forma enérgica” el atentado en la Cachemira administrada por la India el pasado abril, que dejó 26 muertos, y advierte contra “la propagación de ideologías radicales, la intolerancia religiosa, la xenofobia, el nacionalismo violento y la discriminación racial y étnica”.
Cabe recordar que la reunión de ministros de Defensa de la OCS en Qingdao, en junio, concluyó sin declaración común por las desavenencias entre India y Pakistán sobre terrorismo en torno al mencionado atentado.
Asimismo, los miembros expresaron su “profunda preocupación” por el conflicto en Gaza y defendieron que “la única manera de garantizar la paz y la estabilidad en Oriente Medio es una solución integral y justa a la cuestión palestina”.
El texto, sin embargo, no se refirió a la guerra en Ucrania.
“Un orden mundial multipolar más justo”
China y Rusia han presentado en ocasiones a la OCS como una alternativa a la alianza militar de la OTAN, pero no todos los expertos tienen esa mirada. Esta cumbre es la primera desde el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca.
En una entrevista publicada el sábado por Xinhua, Putin afirmó que la reunión servirá para “reforzar la capacidad de la OCS para responder a los desafíos y amenazas contemporáneos y consolidar la solidaridad en el espacio euroasiático compartido”.
“Todo esto ayudará a moldear un orden mundial multipolar más justo”, dijo Putin.
Expertos señalan que, frente a la reivindicación de China sobre Taiwán y la invasión rusa de Ucrania —que los han enfrentado con Estados Unidos y Europa—, Beijing y Moscú buscan utilizar plataformas como la OCS para ganar apoyo.
“China lleva mucho tiempo intentando presentar a la OCS como un bloque de poder no occidental que promueve un nuevo tipo de relaciones internacionales, supuestamente más democráticas”, explicó Dylan Loh, profesor asistente en la Universidad Tecnológica de Nanyang en Singapur.
Más de 20 líderes, incluido el presidente iraní Masoud Pezeshkian y su homólogo turco Recep Tayyip Erdogan, asisten a la reunión más grande del bloque desde su creación en 2001.
“La participación a gran escala indica la creciente influencia de China y el atractivo de la OCS como plataforma para países no occidentales”, añadió Loh.
Beijing, a través de la OCS, intentará “proyectar influencia y señalar que Eurasia tiene sus propias instituciones y reglas del juego”, dijo Lizzi Lee, del Asia Society Policy Institute.
“Se presenta como algo diferente, construido en torno a la soberanía, la no injerencia y la multipolaridad, que China promociona como modelo”, explicó Lee.
Reunión de Modi con Putin
Modi calificó hoy el fin de la guerra en Ucrania como “un ruego de toda la humanidad” en su reunión con Putin en los márgenes del evento.
Saludó los “esfuerzos recientes” para lograr la paz y confió en que todas las partes adopten una postura constructiva, al tiempo que insistió en la necesidad de poner fin cuanto antes al conflicto.
Modi recordó que India y Rusia han caminado “hombro con hombro” incluso en circunstancias difíciles, una relación estratégica que Nueva Delhi mantiene pese a la presión de Washington por las compras de crudo ruso.
De hecho, Estados Unidos ha castigado a India con aranceles en represalia, lo que ha añadido tensión a la política exterior india en un momento en que Modi busca equilibrar sus alianzas con Occidente y su papel dentro de la OCS.
La cumbre, que Pekín había presentado como la de mayor envergadura desde la fundación de la OCS en 2001, reunió este lunes en Tianjin a los líderes de sus países miembros y a mandatarios de países observadores y socios de diálogo como Turquía, Egipto o Birmania.
El miércoles, la capital china acogerá el desfile por el 80º aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial en el Pacífico, en el que está previsto que China exhiba su poderío militar y al que asistirán, además de Xi, líderes como Putin o el norcoreano Kim Jong-un.
Reuniones paralelas
El sábado, Xi se reunió en Tianjin con el primer ministro camboyano Hun Manet.
Según diversos medios, Putin ha tenido entre sus planes conversar con el presidente turco Erdogan y con el iraní Pezeshkian sobre el conflicto en Ucrania y el programa nuclear de Teherán, respectivamente.
El presidente ruso necesita “todos los beneficios de la OCS como actor en el escenario mundial y también el respaldo de la segunda mayor economía del mundo”, señaló a France 24 Lim Tai Wei, profesor y experto en Asia Oriental de la Universidad Soka de Japón.
“Rusia también busca ganarse a India, y las fricciones comerciales de India con Estados Unidos le abren esa oportunidad”, añadió Lim.
Cabe precisar que la OCS no cuenta con cláusulas de defensa mutua, a diferencia de la OTAN. Entre sus países miembros, como China, Rusia, India, Pakistán, Irán, Bielorrusia, Kazajistán, Kirguistán, Tayikistán y Uzbekistán, en conjunto agrupan alrededor del 40% de la población mundial.