Sirajudin Haqqani pidió a los talibanes que hagan un ejercicio de integración y respete los derechos de toda la población para no alejar a los ciudadanos del Islam, antes de considerar que los "talibán de Kandahar" no son superiores a integrantes del grupo de otras etnias.

El ministro del Interior afgano, Sirajudin Haqqani, ha pedido este viernes a la cúpula talibán que haga un ejercicio de integración y respete los derechos de toda la población para no alejar a los ciudadanos del Islam.

Lo anterior, antes de considerar que los “talibán de Kandahar” -la provincia afgana que es cuna del movimiento fundamentalista- no son superiores a integrantes del grupo de otras etnias.

Durante la guerra de Afganistán, Haqqani lideró la organización que lleva su nombre; un grupo que ha ejercido cierto grado de autonomía respecto a los talibán.

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Su integración en el actual régimen como responsable de Interior y “emir adjunto” es considerado como un compromiso del líder talibán, el mulá Hibatulá Ajundzada, para estabilizar el nuevo régimen tras su reconquista del país en agosto de 2021.

“Deberíamos comportarnos de tal forma que la gente ame el Islam o por lo menos le interese, no convertir a esta religión en algo tan odiado que el pueblo acabe huyendo de nosotros”, hizo saber Haqqani.

Esto, durante la ceremonia de juramento del nuevo gobernador de Kandahar, Mohamed Ali Hanafi, merced a una remodelación decretada por el mulá Ajundzada.

Peticiones del ministro del Interior afgano a los talibanes

Haqqani, asimismo, pidió a la cúpula talibán que entienda la variopinta composición de los partidarios del movimiento.

Lo anterior, así como de toda la población de un país que comprende más de una decena de grupos étnicos al margen del pastún, que conforma la mayor parte del movimiento.

“No es que el muyahidín de Kandahar sea superior al resto. Se trata de una cuestión de liderazgo, como el que hay aquí. Una buena gestión implica un buen liderazgo y la historia te va a honrar por ello”, dijo.

“Pero si rindes más, el pueblo sospechará de quien le lidera”, añadió en declaraciones recogidas por la cadena afgana Ariana.

No es la primera vez que Haqqani reprocha ciertas actitudes a la cúpula talibán que encabeza Ajunzadá.

En febrero de este año, el ministro del Interior avisó que “el monopolio del poder afecta a la reputación del sistema entero”, en referencia al dominio ejercido desde Kandahar sobre el resto del país.

El portavoz del Gobierno talibán y viceministro de Información, Zabiulá Muyahid, se limitó a recomendar, sin nombrar explícitamente a Haqqani, que las críticas al emir talibán se efectúen en privado.