El influencer argentino está detenido desde el 12 de octubre por presuntas irregularidades en operaciones inmobiliarias, mientras que su familia asegura que es víctima de una estafa.

Marcelo Mariano Martínez es un influencer argentino autodenominado “el primer hincha” y se encuentra detenido en Catar desde el 12 de octubre, acusado de lavado de dinero y de integrar una banda delictiva que, según la justicia local, operaba a través de una inmobiliaria falsa.

El hombre se había establecido en la actual sede del Mundial desde el 3 de mayo y regularmente subía contenido a su cuenta de Instagram, autodefiniéndose en las redes como fanático de la Selección Argentina.

El “primer hincha” fue arrestado en el país asiático al igual que otro ciudadano argentino, cuyo nombre es Ivo Aimar Chiesa. La familia del influencer aseguró en las redes que Marcelo “fue estafado” y solicitó la intervención de cancillería argentina para afrontar el complejo escenario de las leyes cataríes, un “sistema judicial totalmente desconocido” para los acusados.

La justicia puso el foco en presuntas “estafas inmobiliarias” que salieron a la luz a raíz de transferencias de dinero desde el exterior, asociadas al circuito de la supuesta “banda delictiva”.

También acusaron a ambos argentinos por reventa de entradas para el Mundial y por acopio de bebidas alcohólicas (prohibido en el país) que serían vendidas con posterioridad a los espectadores del evento deportivo.

Qué dijeron los familiares de los argentinos detenidos en Catar

Por su lado, la familia del influencer negó dichas acusaciones. Al respecto, indicaron que “el primer hincha” había alquilado una serie de departamentos a través de una empresa con el objeto de hospedar amigos que concurrirían al Mundial.

“Marcelo es inocente de los cargos que se imputan. Él pagó los departamentos y tenía recibos de los pagos que hizo. Fue estafado”, advirtieron los familiares.

En los últimos posteos de Instagram solicitaron asesoramiento “urgente” de un abogado que “maneje perfecto inglés” para asistir al “primer hincha”, en la mira de la Justicia catarí.