Al menos nueve proyectiles impactaron este jueves cerca del Parlamento iraquí y "dejaron heridos a varios efectivos de seguridad y civiles", antes del pleno que la Cámara tiene previsto celebrar para elegir a un nuevo presidente y poner fin a la parálisis política que vive el país.

Al menos nueve proyectiles impactaron este jueves cerca del Parlamento iraquí y “dejaron heridos a varios efectivos de seguridad y civiles”, antes del pleno que la Cámara tiene previsto celebrar para elegir a un nuevo presidente y poner fin a la parálisis política que vive el país.

La Célula de Seguridad del Ministerio de Interior iraquí afirmó en un comunicado que los proyectos impactaron en la fortificada Zona Verde, en el centro de Bagdad, y sus inmediaciones, y causaron heridas a “un número de efectivos de seguridad y civiles”, sin dar a conocer más detalles.

Ningún grupo se ha atribuido el ataque sobre la Zona Verde, donde están también las sedes del Gobierno y otras instituciones centrales del Estado iraquí.

El ataque se produce mientras siguen las consultas entre los distintos grupos y bloques parlamentarios para intentar alcanzar un acuerdo acerca de un candidato a la Presidencia.

Lo que buscan es que se permita la celebración del pleno, que fracasó en tres ocasiones anteriores en elegir a un presidente por falta de cuórum, la última en febrero pasado.

Proyectiles caen en el Parlamento iraquí

Más de un año después de las últimas elecciones legislativas del 10 de octubre de 2021, los tenores de la política iraquí aún no han logrado ponerse de acuerdo para elegir a un nuevo presidente ni a un nuevo primer ministro, pese a interminables negociaciones.

Esta parálisis política obstaculiza reformas y grandes proyectos de infraestructuras en un país rico en hidrocarburos, pero asolado por décadas de conflicto.

Según el sistema sectario establecido en Irak tras la caída del dictador Sadam Husein, en 2003, el presidente del Parlamento debe ser un musulmán suní, el primer ministro un chií y el jefe de Estado un kurdo.

Las disputas sobre la elección del presidente se desarrollan entre los principales partidos kurdos; la Unión Patriótica del Kurdistán (UPK), que apoya al presidente actual, Barham Saleh, y su rival el Partido Democrático del Kurdistán (PDK), aliado del Bloque Sadrista.

Este último es el más votado en las elecciones de octubre pasado, y de los suníes, y que presenta como candidato a Rebar Ahmed Jalid.