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Las negociaciones para proponer un candidato a presidente regional de Cataluña arrancaron en medio de una intensa polarización, con independentistas catalanes reforzando demandas a socialistas y conservadores intensificando críticas. ERC se convierte en pieza clave entre aspirantes tras elecciones del 12 de mayo. En debate, soberanía fiscal plena, con ERC exigiendo salida de régimen general de financiación. Por su parte, conservadores del PP rechazan propuesta por considerarla un "disparate", mientras el presidente Sánchez, investido con apoyo independentista, podría necesitarlos nuevamente.

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La negociaciones para proponer a un candidato a presidente regional de Cataluña se iniciaron esta semana en un ambiente de polarización, después de que los independentistas catalanes reforzaran sus demandas a los socialistas y los conservadores subieran el tono de sus críticas.

En los últimos comicios en Cataluña del pasado 12 de mayo, los socialistas ganaron las elecciones con 42 diputados, una ajustada mayoría, y Junts -el partido del expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont- obtuvo 35 diputados y también aspira a gobernar, aunque con pocas opciones porque necesitaría la abstención de los socialistas.

Esta situación convierte a los independentistas de ERC (Esquerra Republicana de Catalunya) en pieza clave para saber si será necesaria una repetición electoral o podrá gobernar alguno de los dos aspirantes.

ERC anunció el pasado sábado que sólo apoyará al candidato socialista catalán si el Gobierno de España, gobernado por el Partido Socialista, permite que esta región salga del régimen general de financiación y tenga “soberanía fiscal plena”.

Una demanda que hoy reforzaron los portavoces del partido independentista, como respuesta a “algunas maniobras para intentar liar” y para “evitar tentaciones de confundir”.

Por otro lado, Puigdemont denunció el “chantaje” del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a ERC, al ligar una financiación singular para Cataluña a la investidura del socialista Salvador Illa como presidente, y puso condiciones a un apoyo de Junts a los próximos presupuestos del Estado.

La propuesta de “soberanía fiscal plena” que defienden los independentistas, o como suelen decir los portavoces de ERC controlar “la llave de la caja” de los recursos, significaría un modelo propio con el que Cataluña recaudaría y gestionaría todos los impuestos hasta casi 52.000 millones de euros.

Predominan las críticas de conservadores

A los conservadores del PP (Partido Popular) esto le parece un “disparate”, porque esa financiación, como argumentó el expresidente del Gobierno José María Aznar, supondría que millones de españoles van “a financiar la irresponsabilidad administrativa de los gobernantes separatistas catalanes”.

Junto a lo anterior, tampoco se olvida la coyuntura en la que se genera este debate, ya que Sánchez fue investido presidente con el apoyo de los independentistas y probablemente los volverá a necesitar para aprobar los presupuestos del Estado.

Según el portavoz de los conservadores, Sánchez “va a decir que sí” a “cualquier cosa que le pidan sus socios catalanes” porque “o traga o cae”.

En la misma línea, el portavoz del partido ultraderechista Vox, José Antonio Fúster, dijo que “pactar a cambio de dinero es muy viejo” y Cataluña siempre estuvo “sobrefinanciada”.

Por su parte, los gobiernos regionales gobernados por los conservadores redoblaron sus críticas porque las demandas catalanas -según denuncian- irían contra la igualdad entre los territorios.

El Gobierno español se afana en explicarse

Por su parte, el Gobierno español se afana en explicarse y este lunes fue un ministro catalán el encargado de continuar con las aclaraciones.

El titular de Industria y Turismo, el socialista Jordi Hereu, manifestó que es “evidente” que Cataluña “necesita una mejora de la financiación”, pero también defendió que esa mejora se puede lograr en el marco de la renovación pendiente del modelo para el conjunto de las regiones.

Y desde la dirección del partido, la portavoz de la Ejecutiva Federal del PSOE, Esther Peña, abogó por una financiación singular para varias comunidades autónomas más allá de la catalana.

En cambio, entre los líderes regionales socialistas hay voces críticas, como la de los socialistas andaluces, que reiteraron este lunes que no aceptarán ningún modelo que perjudique a Andalucía (sur de España).

Entre los socios y aliados del Gobierno también hay diferencias. Hoy el portavoz de Sumar y ministro de Cultura, Ernest Urtasun, respaldó un modelo de financiación “singular” porque el autogobierno catalán es distinto al del resto de territorios.

En cambio el síndic de Compromís en Les Corts Valencianes, Joan Baldoví, alertó de que si a la vez no se da solución a la de los valencianos (este de España), entenderían que el Ejecutivo de Sánchez está “incumpliendo” su acuerdo y, por tanto, estarían “liberados” de cumplir su parte.