El emblemático lago Ness se está secando lentamente por causa del cambio climático.

La ola de calor extremo está afectando a los países del hemisferio norte, provocando estragos en uno de los lugares más famosos de Escocia: el lago Ness.

De acuerdo con la Agencia Escocesa de Protección del Medio Ambiente (SEPA), las aguas del lago presentaron una profundidad de tan solo 109 centímetros.

La situación se repite en otras regiones de las Highlands, o conocidas como Tierras Altas de Escocia, con efectos adversos para la fauna y la producción de energía. “Todos creen que Escocia es un país húmedo, pero las sequías son cada vez más frecuentes como consecuencia del cambio climático”, explicó Nathan Critchlow, responsable de agua y planificación de la SEPA.

En ese sentido, Gordon Mangus de 84 años, que creció cerca del lago Ness, aseguró que nunca había visto el nivel de agua tan bajo durante tanto tiempo. “Estamos acostumbrados a que llueva, pero no a períodos tan secos”, afirmó a AFP.

Las aguas del lago Ness en “punto crítico”

Aunque las lluvias de las últimas semanas dieron un respiro a algunas regiones de Escocia, los niveles de agua siguen en “un punto crítico” en ciertas zonas, según la SEPA.

AFP

Por lo mismo, Brian Shaw, director de la junta de pesca de salmón del distrito de Ness, indicó que la profundidad del río disminuye desde hace años, además de mermar la población de salmón.

“El agua se está convirtiendo en un bien cada vez más escaso en esta parte del mundo”, advirtió Shaw.

Por último, el Comité del Cambio Climático (CCC), organismo asesor designado por el gobierno del Reino Unido, los diez años más cálidos registrados en Escocia se produjeron todos desde 1997.

Vale mencionar que la temperatura media entre 2010 y 2019 fue 0,7ºC más alta que la media entre 1961 y 1990.