Dos exjefes de espionaje serbios del régimen de Slobodan Milosevic fueron condenados el miércoles por crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra en los conflictos de los Balcanes de la década de 1990, tras un nuevo juicio celebrado por un tribunal de la ONU.

Jovica Stanisic, de 70 años, exjefe del servicio de seguridad estatal de Serbia, y su adjunto Franko Simatovic, de 71 años, fueron condenados a 12 años de cárcel cada uno, informó el tribunal de La Haya en un comunicado.

El juez Burton Hall anunció que el tribunal “declara culpables a Jovica Stanisic y Franko Simatovic” de respaldar a las fuerzas serbias que llevaron a cabo crímenes durante la toma de la ciudad bosnia de Bosanski Samac en abril de 1992.

Ambos ayudaron a entrenar y desplegar a las fuerzas serbias y a los serbios locales “lo que tuvo un efecto sustancial en la comisión de los crímenes”, dijo el tribunal.

Sin embargo, los jueces dijeron que no había pruebas suficientes para respaldar las afirmaciones de los fiscales de que podrían ser responsables de una “campaña de terror” más amplia por parte de los escuadrones de la muerte serbios en toda Bosnia y Croacia.

Stanisic fue jefe de seguridad interior de Serbia y una figura clave del régimen de Milosevic; y Simatovic, su adjunto. Se les acusaba de haber organizado, financiado y abastecido a grupos paramilitares después de la disolución de la antigua Yugoslavia en 1991.

Estos grupos, como la unidad de élite de los “boinas rojas”, dirigida sobre el terreno por Franko Simatovic -según la acusación- desataron una ola de terror y destrucción, atacando localidades y asesinando a croatas, musulmanes y otras poblaciones no serbias.

El tribunal de la ONU, llamado Mecanismo de Tribunales Penales Internacionales (MTPI), sustituyó al Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia (TPIY) tras su cierre en 2017.

El abogado de la defensa de Stanisic, Wayne Jordash, declaró que apelarían “seguramente”. “Para mi, esto se parece a un compromiso cínico, en el que debemos encontrar un medio de condenarlo, justificar porqué juzgaron a este hombre durante 18 años”, agregó.

Grupos paramilitares

Los dos exjefes serbios, que estaban en libertad condicional, se entregaron al centro de detención de la ONU en La Haya la semana pasada, informó a la AFP una portavoz de la corte.

Según la acusación, Stanisic y Simatovic formaban parte de una empresa criminal junto con Sloban Milosevic, quien murió de un ataque cardíaco en 2006 antes del final de su juicio, y el jefe político de los serbios de Bosnia Radovan Karadzic, condenado a cadena perpetua.

Las guerras en la antigua Yugoslavia fueron las más mortíferas en Europa desde el final de la Segunda Guerra Mundial, con al menos 130.000 muertos y millones de desplazados.

En los cargos se les acusaba de por lo menos 280 asesinatos en una veintena de ataques específicos contra ciudades y pueblos por parte de grupos paramilitares como la unidad de élite “Boinas Rojas” y la milicia “Los Tigres”.

Zeljko Raznatovic, alias Arkan, líder de la milicia “Los Tigres”, fue inculpado por el tribunal de La Haya, pero murió asesinado en Belgrado en 2000.

Un giro inusual

La Oficina del Procurador del Mecanismo para los tribunales penales internacionales (MTPI) elogió la sentencia y recordó que, aunque este es el último juicio celebrado en La Haya, “todavía hay miles de sospechosos de crímenes de guerra en todos los países de la ex Yugoslavia que no han sido procesados”.

Stanisic y Simatovic fueron llevados a los tribunales en 2003 tras ser detenidos por la policía serbia después del asesinato del primer ministro reformista serbio Zoran Djindjic.

En mayo de 2013 los jueces de primera instancia dictaminaron que no se había probado “más allá de toda duda razonable” la culpabilidad de los dos exjefes serbios y los absolvieron.

La absolución en primera instancia por parte del Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia en 2013 desató una ola de protestas y la fiscalía recurrió.

El 15 de diciembre de 2015, en un giro inusual, la sala de apelaciones del TPIY revocó la absolución, aduciendo que los jueces se habían “equivocado” en varios puntos. El nuevo juicio comenzó en 2017.

Stanisic y Simatovic forman parte de los últimos jefes de guerra de los Balcanes detenidos en La Haya.

La justicia internacional confirmó este mes la cadena perpetua del exjefe militar serbio de Bosnia Ratko Mladic por genocidio, crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra.