Funcionarios de policía protestaron este viernes con acciones simbólicas en varias ciudades de Francia para expresar su malestar. Se dicen estigmatizados por las acusaciones de racismo y abandonados por el ministro del Interior, quien ha llamado a los funcionarios a ser intransigentes con la discriminación y abandonar técnicas de detención en el marco de las protestas por la el homicidio del estadounidense George Floyd.

“Sin policía no hay paz” era una de los carteles que podía leerse este viernes por la mañana en la manifestación policial improvisada por policías franceses en los Campos Elíseos. Como en París, decenas de funcionarios policiales expresaron su malestar en distintas ciudades francesas.

Desde el jueves, en Niza, Marsella, Burdeos, Toulon o Lyon agentes depositaron simbólicamente esposas en la calle mientras pedían la renuncia del ministro del Interior, Christophe Castaner.

Los policías se dicen abandonados por su jerarquía, luego de que, el lunes, Castaner evocara la hipótesis de suspender a un agente en caso de “sospecha probada” de racismo, o la prohibición de utilizar la “llave de estrangulamiento” como técnica de detención, lo que equivale, según los sindicatos, a dejarlos sin medios para detener a personas violentas.

Al mismo tiempo, la “tolerancia cero” ante los actos de racismo en la policía fue considerada como una acusación general contra las fuerzas del orden.

“Los policías de Francia ya no consideran a Christophe Castaner como el supuesto primer policía de Francia. Nos decepcionó el lunes. Depende de él remontar el Everest de la confianza”, sostuvo Yves Lefebvre, secretario general de la Unidad Policial del SGP, quien pidió a sus colegas “que dejen de realizar detenciones, que dejen de intervenir”.

“Con este gesto, los colegas muestran que están hartos de la estigmatización y la confusión que causan las declaraciones de grupos pequeños que hemos estado escuchando últimamente”, afirmó Sébastien Soulé, secretario general del sindicato policial Alliance.

“Te sientes un poco traicionado. Durante las manifestaciones de los chalecos amarilla y los atentados, éramos la última defensa de la República”, explica Grégory Goupil, secretario nacional del sindicato Alliance Île-de-France (región parisina), en declaraciones a la radio France Bleu Paris.

“Tuvimos muchos colegas heridos durante las manifestaciones,
y algunos asesinados durante los ataques. Ahora nuestro gobierno nos está echando a los perros”.

Estas protestas se producen a pocas horas de un fin de semana que estará marcado por manifestaciones contra el racismo y la violencia policial. L
a muerte de George Floyd en los Estados Unidos bajo la rodilla de un oficial de policía ha reavivado las acusaciones contra los agentes en Francia.

El caso tiene además un eco particular en el país europeo tras la muerte de Adama Traoré, un joven negro que murió en julio de 2016 tras ser detenido.