Un comité de Lausana, en el suroeste de Suiza, rechazó naturalizar a una pareja musulmana después de que se negara a dar la mano a personas del sexo opuesto, lo que se interpretó como una falta de adaptación a las costumbres occidentales.

“Consideramos que la cuestión de la integración no estaba adquirida”, explicó a la AFP Grégoire Junod, alcalde de esta ciudad situada a orillas del lago Lemán. “Cuando se quiere la nacionalidad de un país, se debe asentar en el respeto de su orden legal y de igualdad entre hombres y mujeres”.

La audiencia de la pareja, cuya nacionalidad no fue revelada, se celebró en primavera, pero la decisión se hizo pública el viernes.

Según los miembros del comité de naturalización, el hombre y su esposa se negaron a dar la mano a personas del sexo opuesto y también fueron muy reticentes a la hora de responder a las preguntas hechas por un hombre o una mujer, según los casos.

El vicealcalde Pierre-Antoine Hildbrand, que era uno de los tres miembros presentes en la audiencia, confesó a la AFP que estaba “enormemente satisfecho de esta decisión”.

“Asumo totalmente haber propuesto el rechazo de naturalización. La Constitución y la igualdad entre hombres y mujeres prevalecen sobre el fervor”, añadió.

La pareja tiene 30 días para presentar un recurso, explicó el alcalde.

Esta no es la primera vez que la negativa de dar la mano a una persona del sexo opuesto levanta la polémica en Suiza.

En 2016, un colegio eximió a dos estudiantes musulmanes de dar la mano a sus profesoras, una práctica habitual en las escuelas suizas. El caso provocó un gran revuelo en el país y en mayo se anuló la exención.

Un mes más tarde, un padre de familia musulmán fue condenado a pagar una multa de 3.700 euros por negarse a enviar a sus hijas a clases de natación con el colegio.