Un video del sistema público de seguridad británico grabó la escena en la que una mujer subió a un vehículo con el cadáver de su bebé en brazos tras lo que comenzó a escenificar su repentino fallecimiento: un tribunal condenará al padre y a la madre de la víctima como culpables.

La protagonista de esta historia que impactó al Reino Unido es Rosalin Baker, de 25 años, que se sentó en un asiento de un bus y, tras 20 minutos observando su celular, comenzó a exclamar que su bebé había dejado de respirar, tal y como publicó The Independent.

El tribunal Penal Central de Inglaterra decidió el pasado viernes que sentenciará como culpables del fallecimiento de la menor por “causar o permitir” su muerte a sus progenitores.

Baker comentó ante la justicia que su pololo, mucho mayor que ella, era violento y consumía heroína y cocaína “a diario”.

El sistema de cámaras del que goza Londres permitió capturar al padre de la pequeña, Jeffrey Wiltshire de 52 años, dando un beso a su novia Baker, antes de que esta subiese al vehículo el pasado 28 de septiembre.

Plan malvado

Tras 20 minutos de viaje, Baker fingió revisar a su hija y le dijo a un pasajero que no respiraba por lo que numerosos ciudadanos que se encontraban en el bus comenzaron a intentar reanimarla: una señora notó que la guagua tenía los labios helados.

Tras ser oficialmente dada como fallecida en un hospital del este de Londres, los médicos notaron que el cuerpo estaba demasiado frío como para que fuese una muerte reciente.

En la posterior autopsia, decretaron que el motivo fue una lesión en la cabeza que podría haber sufrido incluso 24 horas antes del suceso del bus.

Imani tenía al menos 40 heridas separadas en su cuerpo, incluyendo fracturas en la muñeca, las costillas y en la cabeza.

El jefe inspector de la brigada de Homicidios y Comando Mayor del Crimen londinense, Gary Holmes, explicó a The Independant que “Baker y Wiltshire orquestaron un malvado plan para intentar encubrir el daño que le habían ocasionado a su hija”.