La desaparición de la estudiante japonesa Narumi Kurosaki el mes de diciembre en la ciudad de Besançon al sur de Francia ha tenido un gran impacto mediático en Chile, debido a que las autoridades galas han sostenido que la joven fue asesinada y señalan que el homicida sería su expareja chilena, Nicolás Zepeda.

El caso ha tenido una amplia difusión en medios japoneses y franceses, incluso equipos de prensa asiáticos han venido a Chile para encontrar a Zepeda, de quien se perdió la pista y por lo cual autoridades de Francia pidieron ayuda al Ministerio Público para dar con su paradero.

Narumi fue vista por última vez el pasado 4 de diciembre, cuando habría estado con Zepeda. Pero según cuenta Le Parisien nadie se percató de su desaparición en los días posteriores.

“Uno de sus compañeros recibió un mensaje de ella donde le decía que había tenido un problema con su pasaporte“, cuenta Chihiro, una joven japonesa cercana al chileno y que pidió cuidar su verdadera identidad a cambio de dar su testimonio a Le Parisien.

La testigo también comenta que el joven chileno le habría pedido traducir algunas frases en japonés a mediados de diciembre y que fue él, quien le contó sobre la desaparición de Narumi.

Nicolás, a mediados de diciembre, me pidió que le tradujera algunas frases en japonés. Por ejemplo, ‘estoy de viaje’, ‘tengo problemas para conectarme al internet’, fueron algunas”, indicó Chihiro.

Esta información se suma al hecho de que el computador de Narumi fue robado, por lo que el diario francés estima que el primer mensaje fue enviado por el presunto asesino, que según Le Parisien sería Nicolás Zepeda.

El medio también revela que los padres de Narumi le habrían dicho a los investigadores que encontraban al joven chileno con “una personalidad inquietante e invasora”.

Relación compleja

Chihiro explica que primero conoció a Nicolás el 2014 en Tsukuba, Japón, y por medio de él, conoció a Narumi, cuando estos dos últimos comenzaban su relación.

Zepeda abandonaría Japón en 2015, al final del año escolar, y regresaría a Chile, aunque mantendría el contacto con su pareja, que incluso lo vendría a ver a Santiago durante dos meses. En este periodo se alojó en un amplio departamento en Las Condes junto a su pololo.

Según Chihiro, Nicolás adoraba Japón y a Narumi, por lo que a principios de 2016 regresa a Tsukuba, pero la actitud de la joven nipona es diferente, pues ella “quiere vivir su vida”.

En septiembre de 2016, Narumi se va a Francia a estudiar y por esa época, Zepeda publica el video donde le reprocha “haber hecho malas cosas” y le da dos semanas para cumplir unas misteriosas condiciones, en lo que parecía un ultimátum.

Chihiro indica que no supo nada sobre esta advertencia, pero que Nicolás le había dicho que también tenía ganas de ir a estudiar a Francia.

Aún no se tiene claridad cuándo llegó Nicolás al país galo, pero sí se tiene certeza de que estuvo todo el 4 de diciembre con Narumi y que el lunes 5, a las 03:00 horas, se escuchó un fuerte grito en la residencia donde vivía la estudiante japonesa.

El artículo señala que otro estudiante de la residencia donde vivía Narumi afirma haber escuchado un fuerte grito la noche del 4 a 5 de diciembre, los que según su relato no provenían de la pieza de la joven, sino que de una salida trasera del lugar.

“Escuché un grito que me heló la sangre. Me desperté, salí de la pieza y recorrí el pasillo, subí los pisos, pero ya no se escuchaba ningún otro ruido”, cuenta Eric, alias que usa Le Parisien para proteger la identidad del testigo.

En el lugar donde habrían ocurrido los gritos se encontraron unas manchas rojizas, las cuales fueron analizadas por la policía francesa, que no ha divulgado los resultados de estas pericias.