Confiamos en que este espíritu se consolide en una conducción respetuosa de las instituciones, capaz de convocar a distintos sectores y ofrecer al país la estabilidad y el rumbo común que hoy requiere.

Existe un amplio consenso entre los especialistas en políticas públicas respecto de que los gobiernos del presidente Sebastián Piñera marcaron un estándar en modernización del Estado y eficiencia en la gestión. Ese sello, reconocido transversalmente, se sostuvo sobre una convicción clara: Chile progresa cuando la política privilegia el acuerdo por sobre la confrontación estéril.

Renovación Nacional ha impulsado esa cultura desde sus orígenes, y ese legado ha permitido que, en momentos decisivos, el país encuentre caminos de unidad. Por eso valoramos que José Antonio Kast haya expresado su compromiso con gobernar desde el entendimiento y con mayorías amplias.

En este contexto, destacamos positivamente sus recientes reuniones con el expresidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle y con el Partido Demócratas, gestos que muestran apertura hacia el diálogo y hacia la construcción de amplios consensos.

Confiamos en que este espíritu se consolide en una conducción respetuosa de las instituciones, capaz de convocar a distintos sectores y ofrecer al país la estabilidad y el rumbo común que hoy requiere.

En el ámbito económico, valoramos el compromiso de José Antonio Kast con la estabilidad fiscal y el fomento del emprendimiento.

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Su propuesta de simplificar normas y reducir burocracia refuerza el legado modernizador iniciado en el gobierno de Piñera y facilita la creación de empleos. En un contexto que pide certidumbre, su disposición a construir acuerdos con el Congreso y actores empresariales es clave para el progreso.

En lo social, Kast respeta la diversidad de opiniones y prioriza la seguridad y el orden público, esenciales para que las familias vivan con tranquilidad.

También busca fortalecer la protección social de los mayores y promover la inclusión de los sectores vulnerables, equilibrando firmeza y solidaridad para recuperar la confianza en la política.

Finalmente, su énfasis en el diálogo y los acuerdos en base a nuestra actual constitución, respetando el camino ya recorrido, deja claro el camino para reformas urgentes. Su enfoque prudente asegura que cualquier cambio cuente con el apoyo de amplias mayorías y respete las instituciones.