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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

Shelenchie Jeanty, es una joven haitiana, que se matriculó en Derecho en la Universidad Autónoma. Después de años de estudio, se convertirá en la primera abogada haitiana en titularse en Chile. Jeanty que llegó al país con su familia en busca de mejores oportunidades.

En enero de 2019, Shelenchie Jeanty, con 17 años, se matriculó en derecho en la Universidad Autónoma. Una oportunidad de oro, que empezó a crecer desde que llegó al país, cuatro años atrás.

Siendo de nacionalidad haitiana, desde niña, Shelenchie soñaba con estudiar una carrera universitaria y como ella siempre precisaba de las palabras para argumentar, quiso intentarlo con derecho.

Aunque en ese instante, en el que su padre, Raguel Jeanty, la matriculaba, un comentario de su progenitor la dejó reflexionando. “Mi papá me dijo en creole (la familia de lenguas que deriva del francés y varias lenguas africanas), que era el único negro de toda la sala”, recuerda Shelenchie, en conversación con BioBioChile.

De esa manera, un comentario dicho de manera espontánea, permaneció en la cabeza de la joven haitiana, que no pudo olvidar durante los cinco años de carrera, de que estaba cumpliendo literalmente una hazaña. “Todo lo que yo hacía, representaba a Haití”, explica Shelenchie en perfecto español.

“La gente generaliza cuando ve a una persona actuar”, complementa Jeanty, que dice que, por esta razón, se puso como meta poner el ejemplo con sus acciones.

Ya que a través de su esfuerzo, en los próximos meses, jurará en la Corte Suprema como la primera abogada haitiana en titularse en Chile.

El viaje a Chile de Shelenchie Jeanty

A los 14 años, Shelenchie, era tan solo una adolescente, que llegó por primera vez a Chile, después de que su padre y su hermano Maxime, llegarán desde Puerto Príncipe. Tanto Raguel y Maxime, creían que nuestro país, les podía ofrecer mejores oportunidades educativas a Shelenchie y a sus hermanas menores, Manguelaika y Raguelaita.

Así pues, luego de varios intentos fallidos, pudieron viajar, junto a su madre, Rose Emmanuelle.

Todos juntos se establecieron en Quilicura, para emprender el sueño familiar de poder estudiar en el colegio y entrar a la universidad. Fue en ese entonces, que Shelenchie demostró su madurez, para sacar adelante sus estudios. Aunque el encuentro con una nueva cultura, fue parte de adaptación. En el 2016, la muchacha conoció de cerca el invierno, ya que su familia llegó en la estación más fría del año. Sin embargo, su sorpresa fue mayúscula, al encontrarse con un país culturalmente más “liberal” que Haití.

“Chile es un país muy liberal, mientras Haití es más conservador”, describe la futura abogada a BBCL. En ese sentido, afirma que después de la hora del colegio, si un niño era visto después del horario escolar, los cercanos e incluso familiares, lo llevaban a rastras a su casa.

“En Chile, la gente no anda preocupada 100% de lo que haces”, agrega Shelenchie. “En cambio, en Haití, todos pueden comentar todo de ti, aunque no te conozcan”.

El sueño de superarse para estudiar derecho

Cuando tenía 12 años, Shelenchie soñaba con llegar a la universidad. Una cuestión que finalmente logró en Chile, ya que siempre pensaba en querer superarse. “Fui perseverante, me costó mucho, la verdad. Y al igual que cuando uno quiere algo en la vida, trabaja para tenerlo, pues así fue en mi caso”, indica a la Radio.

A pesar del ir y venir, desde su casa ubicada en Quilicura a la universidad (ubicada en la comuna de Providencia), el otro tema que tuvo que lidiar, fue su nueva adaptación al ambiente universitario.

“Igual algunos compañeros venían de El Bosque, de La Pintana, pero ahí realmente vi la cara clasista de Chile”, expresa Shelenchie. “Aparte, estaba estudiando dos idiomas, por un lado, estaba estudiando el español y por otro estaba estudiando el lenguaje jurídico del derecho”.

Cedida

Debido a la alta exigencia, incluso sufrió un desmayo en la calle, rememora Shelenchie. “Mirando hacia atrás, sacrificé muchas cosas por estudiar, como mi salud mental y mi vida personal”, expresa.

No obstante, aclara que pudo mantener la calma para aprobar los cursos, porque en la mayoría de las ocasiones, tuvo que traducir los textos a su idioma natal. Incluso, recuerda con orgullo que nunca “se echó un ramo”, mientras iba a la universidad.

Mientras hoy la joven se prepara para realizar su práctica, que es el último paso que le queda para la titulación, Shelenchie dice que el haber realizado una pasantía en la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de modo telemático, le ayudó a conocer una realidad en la que desea ser parte. “Fue una experiencia muy enriquecedora en todos los ámbitos posibles”, acota.

“Diez años después, todo esto que me pasó era inimaginable. En el colegio Juan Luis Undurraga, yo era una alumna normal, no era la más seca, la más matea. Pero yo me destacaba por mi perseverancia y simpatía. Cuando uno está dedicado en lo suyo y es perseverante, el éxito no viene de la noche a la mañana”, reflexiona Shelenchie Jeanty.

Finalmente, afirma que después de titularse de abogada, Jeanty desea aportar a la comunidad haitiana en Chile. “Quiero defender a las personas”, cierra.