El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, prometió este jueves en un discurso a la nación un Día de la Independencia el 4 de julio marcado por barbacoas y celebración en grupos pequeños, con el que el país empezará a dejar atrás la pandemia que ha cambiado el mundo.

Estas son las claves de la hoja de ruta dibujada por el líder estadounidense hacia esa “casi” normalidad:

Vacunación para todos

Biden ordenó a todos los estados, territorios y tribus del país que a más tardar el 1 de mayo eliminen las restricciones que rigen para ciertos grupos y que abran turnos de vacunación para todas las personas mayores de edad, una medida que por el momento sólo ha implementado Alaska.

“Todos los estadounidenses adultos serán elegibles para recibir una vacuna, a más tardar el 1 de mayo, mucho antes de lo previsto. Déjenme ser claro, esto no significa que todo el mundo podrá vacunarse de inmediato, sino que quiere decir que podrán ponerse a la cola”, dijo el presidente.

Vacunas suficientes para finales de mayo

Aunque no fue un nuevo anuncio, Biden recordó que gracias a los contratos suscritos con las tres farmacéuticas con vacunas autorizadas en Estados Unidos, Pfizer, Moderna y Johnson&Johnson, para finales de mayo el Gobierno habrá recibido suficientes dosis para toda la población.

El mandatario estadounidense marcó esa fecha en el calendario tras el último acuerdo de compra de 100 millones de vacunas más de Johnson&Johnson.

Más vacunadores y centros de vacunación

Para absorber tanto la llegada masiva de vacunas como toda la población que será elegible para recibirlas, Biden anunció un incremento de centros de vacunación y de vacunadores.

El Gobierno activará a otros 4.000 soldados para la campaña de vacunación que se unirán a los 2.000 militares ya desplegados, y además autorizará como vacunadores a dentistas, veterinarios, podólogos, optometristas o parteras, entre otros profesionales sanitarios.

Las farmacias que administran vacunas pasarán de 10.000 a 20.000 en todo el país, los centros de salud comunitarios pasarán de 250 a 900 y el Gobierno doblará los 600 macrocentros de vacunación que actualmente opera con militares u otras agencias federales.

“Puedes conducir hasta un estadio o un estacionamiento, recibir una inyección sin nunca salir del vehículo y regresar a casa en menos de una hora”, aseguró el mandatario.

Reapertura de escuelas, pruebas masivas

En paralelo a la campaña masiva de vacunación, Biden aseguró que cumplirá su promesa de que la mayoría de escuelas puedan reabrir sus puertas para finales de mayo y lo marcó como “una prioridad fundamental”, que irá acompañada de cuantiosos fondos gracias al rescate económico recién aprobado.

En el plan de Biden, además, es clave el expandir el sistema de test de covid-19 para cortar posibles brotes.

4 de julio: el principio del fin

Al ritmo actual de vacunación, las proyecciones apuntan a que el 70% de la población podría haber recibido al menos una inyección para el 4 de julio, Día de la Independencia, por lo que las medidas anunciadas hoy por Biden podrían acelerar esa cifra.

A sabiendas de eso, el presidente quiso poner en la mente de los estadounidenses ese horizonte del 4 de julio, una de las fechas más especiales del año en el país.

“Hay muchas posibilidades de que usted, su familia y amigos puedan reunirse en el jardín trasero en su vecindario y hacer una comida al aire libre o una barbacoa y celebrar el Día de la Independencia. Eso no significa grandes eventos, con muchas personas juntas, pero sí significa que un grupo pequeño podrá reunirse”, aseguró.

“Eso hará -añadió- de este Día de la Independencia algo verdaderamente especial, donde no sólo conmemoraremos nuestra independencia como nación, sino que comenzaremos a marcar nuestra independencia de este virus”.