El pasado 15 de septiembre, los equipos de emergencia en el condado de Montgomery, recibieron una llamada poco convencional, reportando que un vehículo estaba dentro de una piscina. ¿Cómo llegó hasta ahí? No tardarían tiempo en descubrirlo.

Un portavoz del cuerpo de bomberos local, lo revelaría minutos después en su cuenta de Twitter, pero antes, acudieron al centro comunitario de North Creek para asistir a posibles heridos.

Afortunadamente no los había. Encontraron a una pareja de aproximadamente 60 años de edad, mojada, a un lado de la piscina comunitaria y contemplando la escena de su auto, hundido en el lugar, donde no se reportan otros afectados, ya que no habían bañistas en ese momento.

Según revelaron los protagonistas del hecho, que no fueron identificados, estaban en una práctica de conducir que incluía formas adecuadas de estacionarse.

Sin embargo, algo salió muy mal y el auto, con sus ocupantes, saltó un borde a considerable velocidad, se estrelló contra una valla, que se llevó por delante y finalmente acuatizó en la piscina.

Pete Piringer | The Washington Post
Pete Piringer | The Washington Post

Luego del chapuzón, el conductor amateur y su “instructor” pudieron salir del auto y nadaron a salvo, captando la atención de todos en el lugar.

Pete Piringer, portavoz de Bomberos, confirmó cero lesiones en la pareja u otras personas en el lugar y publicó las fotografías del desafortunado momento que se convirtió, de una clase informal de manejo, a una emergencia poco usual, pero muy compleja y que pudo terminar mal.

Pete Piringer | The Washington Post
Pete Piringer | The Washington Post

La pareja de adultos que protagonizó el incidente no habló mayores detalles con la prensa, pero la historia fue revelada en medios como The Washington Post, generando miles de comentarios de automovilistas o aspirantes a estar detrás de un volante.