Las fuerzas especiales somalíes, respaldadas por un bombardeo estadounidense, destruyeron este domingo un campo de entrenamiento de los islamistas de Al Shabab a unos 300 kilómetros al suroeste de la capital somalí, Mogadiscio, anunciaron el presidente somalí y el Pentágono.

“Esta mañana, ordené a nuestras fuerzas especiales, apoyadas por nuestros socios internacionales, que llevaran a cabo un bombardeo contra un centro de entrenamiento de militantes Al Shabab”, declaró en un comunicado el presidente somalí, Mohamed Abdullahi Mohamed, precisando que el ataque había tenido lugar en el estado somalí de Juba Media.

“La misión ha terminado y ha permitido la destrucción de un importante centro de entrenamiento desde el que ese grupo organizaba operaciones violentas“, agregó el presidente. “Esto socava su capacidad de organizar otros ataques”.

El Pentágono había indicado anteriormente que la operación ocurrió sobre las 06H00 GMT, “en coordinación con los socios regionales como una respuesta directa a las acciones de Al Shabab, incluidos los recientes ataques contra las fuerzas somalíes”.

En un comunicado, también aclaró que la operación se realizó dentro del marco legal aprobado en marzo por el presidente Donald Trump, que permite a las fuerzas estadounidenses “llevar adelante legalmente acciones contra Al Shabab en un área geográfica definida de actividades hostiles y en apoyo a los socios somalíes”.

Ni el presidente somalí ni el Pentágono mencionaron eventuales víctimas.

A principios de mayo, un soldado estadounidense, que conducía una misión de asesoramiento y asistencia con el Ejército Nacional de Somalia, murió por disparos de armas pequeñas en un enfrentamiento contra islamistas somalíes.

Fue el primer soldado estadounidense que murió en acción en Somalia desde el siniestro del “Halcón Negro” del 3 de octubre de 1993, la batalla de Mogadiscio en la que dos helicópteros estadounidenses fueron derribados y 18 soldados murieron.

Desde 2013, las fuerzas especiales de Estados Unidos volvieron a Somalia. Este contingente permanente de unos 50 hombres, según el Pentágono, es particularmente responsable de la formación del Ejército Nacional de Somalia (SNA) en la lucha contra Al Shabab.