El gobierno chino habría conseguido un acuerdo no escrito con la oficina de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet para que retrase la publicación de su informe previsto sobre detenciones masivas, torturas y trabajos forzados en Xinjiang, hasta después de los Juegos Olímpicos de Invierno en Pekín.

Tal informe de la ONU de hecho contaminaría dichas olimpiadas, ya objeto de un boicot diplomático de varios países, por lo que ambas autoridades habrían alcanzado un “empate mutuamente beneficioso”, según reportó el periódico hongkonés South China Morning Post citando a Emma Reilly, exfuncionaria de derechos humanos de las Naciones Unidas.

El informe sobre Xinjiang –que Michelle Bachelet pretende publicar independientemente de si va o no a China– es esperado con impaciencia por occidentales y ONG, que han pedido en repetidas ocasiones a la Alta Comisionada que alce la voz hacia Pekín.

Citando documentos filtrados, el medio constata que pese a las negociaciones que tienen lugar desde finales de 2018 para conseguir una visita de la alta comisionada a Xinjiang, no se evidencia un avance en la postura inicial de China, poniendo en duda la productividad de las iniciativas.

La oficina de la misión de China para la ONU en Ginebra no habría respondido a as consultas del SCMP, afirmó dicho medio.

Larga negociación

La entidad que dirige Bachelet negocia desde finales de 2018 con el Gobierno chino una visita de Bachelet a Xinjiang, tras las denuncias en ese entonces de la existencia de campos de internamiento por los que habrían pasado cientos de miles de uigures con la supuesta finalidad de evitar la expansión del extremismo.

Las autoridades chinas respondieron a tales denuncias presentándolos como “centros de capacitación vocacional” que tenían el propósito de mejorar a la sociedad y la economía de esta apartada región.

Un portavoz del Ministerio chino de Asuntos Exteriores dijo hoy que China está dispuesta a acoger a la alta comisionada para visitar Xinjiang.

Previamente, la prensa china informó de que el Gobierno chino había acordado con Bachelet darle acceso a esa región luego de los Juegos Olímpicos de Invierno de Pekín, que se realizarán del 4 al 20 de febrero, siempre y cuando la intención de la misma sea promover los lazos de cooperación.

Al respecto, Colville dijo que la cooperación y el intercambio con los gobiernos “forma parte del ADN” de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU, pero que no es lo único a lo que se dedica.

Informe sobre Xinjiang

La entidad que dirige Bachelet prepara desde hace varios meses un informe sobre la situación de derechos humanos en Xinjiang, aunque no ha podido enviar allí una misión de expertos porque el gobierno no se lo ha permitido.

A mediados del pasado diciembre, Colville sostuvo que el informe sería publicado en cuestión de semanas, pero hoy dijo que todavía se tardaría algunas más, sin precisar una fecha exacta.

“No tengo un plazo, pero se me ha asegurado repetidamente que será publicado”, comentó

Una vez que el informe esté listo, será transmitido de forma reservada al Gobierno de China para que formule comentarios en un plazo de cinco días y que eventualmente se pueda corregir alguna inexactitud en caso de que presenten hechos que lo hagan necesario. Este es el procedimiento habitual que se sigue en el caso de cualquier informe que involucre a un Estado.

El trabajo que hay detrás de un informe de este tipo es largo y complicado, ya que no solo requiere recolectar información creíble, sino verificarla, contrarrestarla y analizarla desde el punto de vista legal.

El hecho de que no haya acceso a la zona complica más las cosas, puntualizó Colville.

En todo caso, aclaró que las negociaciones para la visita de Bachelet y la elaboración del informe sobre Xinjiang no se cruzan y se tratan como cuestiones separadas.