El presidente de Colombia, Gustavo Petro, invitó este sábado al recientemente renunciado jefe del Comando Sur de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, Alvin Hosley, a visitar Colombia y a ser su asesor.
“Me gustaría que me asesorara en temas contemporáneos que llenan, de nuevo, de esclavitud el Caribe. Mafias, cómo piratas, se apoderan de sus islas, controlan pueblos, asesinan. Quiero liberar el Caribe de las mafias y creo que la asesoría del almirante, sería bienvenida”, ha afirmado Petro en un mensaje publicado en la red social X.
Petro invitó además a Holsey a visitar con su familia Cartagena, en el norte de Colombia, “capital de la esclavitud, disputada por diversas coronas y piratas”, pero también “el puerto donde llegaron las ideas democráticas de Europa y donde, siguiendo los cánticos de Haití, se gritó libertad y se levantó su bandera”.
“El Caribe no debe ser zona de guerra, ni de misiles. Debe ser el corazón del mundo y de la libertad”, añadió Petro en referencia a los recientes ataques militares estadounidenses en aguas internacionales contra embarcaciones civiles supuestamente implicadas en el tráfico de droga. Petro ha criticado abiertamente estos ataques porque los fallecidos no son los jefes narcotraficantes, sino venezolanos sin recursos y ha cuestionado estas ejecuciones extrajudiciales.
Jefe de Comando Sur renunció en medio de escalada en el Caribe
Holsey anunció el pasado jueves su retirada de la Armada estadounidense tras apenas un año ocupando el cargo, cuyo mandato suele durar el triple.
Aunque oficialmente no se han dado motivos concretos para la renuncia, varios medios estadounidenses, entre ellos el The New York Times y la cadena CNN, han indicado en base a fuentes institucionales la existencia de tensiones entre Holsey y el secretario de Guerra, Pete Hegseth, a causa de los ataques contra embarcaciones supuestamente vinculadas al narcotráfico.
Estados Unidos ha desplegado una misión militar con hasta 10.000 tropas en el Caribe —que se suman a la autorización de Trump a la CIA para operar en Venezuela—, una iniciativa que desde Caracas denuncian como un intento de desestabilizar políticamente al país.
Apenas unas horas después del anuncio, Estados Unidos ejecutó su sexto ataque contra una embarcación en el mar Caribe bajo el argumento de estar involucrada en actividades de narcotráfico. Los cinco bombardeos anteriores habían dejado un total de 27 víctimas mortales. Las víctimas del último ataque, en cambio, habrían sobrevivido.