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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

Perú propone la creación de un Puerto Espacial bajo un proyecto de ley presentado al Congreso por el gobierno de Dina Boluarte, buscando establecer alianzas estratégicas con la NASA y posicionarse como referente espacial en Sudamérica. La infraestructura permitiría operaciones espaciales con fines científicos, comerciales y militares, además de promover la seguridad nacional y el desarrollo tecnológico. Estados Unidos evalúa bases aéreas en Piura, Chiclayo y Arequipa como sedes potenciales, generando opiniones divididas en el país, con críticas sobre la priorización de este proyecto frente a otros desafíos urgentes. El proyecto busca fortalecer la autonomía científica y tecnológica del país, expandir oportunidades en el sector aeroespacial y contribuir al desarrollo económico nacional y regional.

El plan del Ejecutivo peruano busca crear instalaciones estratégicas para la ciencia y tecnología en el país, respaldado por autoridades militares y la cooperación internacional, mientras la propuesta desata un intenso debate político y social en medio de cuestionamientos y expectativas.

El gobierno de Perú acaba de presentar un ambicioso proyecto de ley que busca establecer un puerto espacial en su territorio, abriendo la puerta a una alianza estratégica con la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) de Estados Unidos y con la mira puesta en posicionarse como referente espacial en Sudamérica.

El Ejecutivo liderado por Dina Boluarte entregó recientemente al Congreso de la República una propuesta legislativa para declarar de “interés nacional” y “necesidad pública” la creación del Puerto Espacial.

El documento oficial, firmado por la presidenta peruana y el presidente del Consejo de Ministros, Eduardo Arana, sostiene que el país debe contar con capacidades propias para “ejecutar misiones y operaciones espaciales con fines científicos, comerciales, militares o de exploración, entre otros”.

Para alcanzar esa meta, el texto solicita: “Declarar de interés nacional y necesidad pública la creación del puerto espacial en territorio peruano”.

El mismo mensaje oficial define el Puerto Espacial como una infraestructura que permitirá a la nación operar como actor relevante dentro del ecosistema aeroespacial global.

De acuerdo al documento, al que accedió BioBioChile, entre los objetivos está impulsar la seguridad y defensa nacional, fortalecer la educación, la producción científica y tecnológica, así como desarrollar nuevas industrias de alta tecnología y aumentar la competitividad del país.

Evaluación y bases

El interés por este plan ha superado las fronteras nacionales. Este medio informó que una delegación de alto nivel de Estados Unidos visitó Perú en mayo de este año para evaluar bases aéreas militares ubicadas en Piura, Chiclayo y Arequipa como posibles sedes del puerto espacial.

El general FAP (r) César Torres Vega, viceministro de Políticas para la Defensa, confirmó que los estudios técnicos avanzan con la cooperación activa de la Fuerza Espacial de Estados Unidos.

Actualmente, tres instalaciones se mantienen como candidatas: la base aérea El Pato en Piura, la Pedro Ruiz Gallo en Chiclayo y la base La Joya en Arequipa.

Torres Vega expresó: “Ya estamos en los estudios técnicos con el apoyo de los Estados Unidos, para ya definir dónde va a ser. Si va a ser Talara, va a ser Chiclayo o va a ser La Joya. Tuvimos hace pocos días una reunión de alto nivel con todos los expertos y andamos muy bien”.

Tanto el Ministerio de Economía y Finanzas como el Ministerio de Transportes y Comunicaciones participan en el proceso de análisis, coordinados principalmente por la Fuerza Aérea del Perú (FAP).

“Es un proyecto de interés nacional y multisectorial”, puntualizó el viceministro, quien destacó que la infraestructura “va a generar mucha mano de obra, va a contribuir al Producto Bruto Interno”.

Según especifica el proyecto, el puerto espacial brindará un entorno para la “investigación científica, tecnológica, educación superior e innovación”, promoviendo desde el Estado un marco normativo moderno.

En sus anexos se enumeran las políticas y estrategias alineadas con los objetivos de defensa nacional, desarrollo industrial y cooperación internacional.

Voces críticas

La presentación del proyecto despertó opiniones divididas no solo en el Congreso, sino también en la opinión pública y medios de comunicación.

Una de las voces más sonoras fue la del congresista Alejandro Cavero, quien cuestionó la decisión del gobierno y la forma en que fue anunciado el proyecto del puerto espacial.

“A mí lo que me sorprende de la señora Boluarte es en la improvisación. No de ahora, sino de hace mucho tiempo. Entiendo que había una intención del gobierno americano de construir efectivamente un puerto espacial en Piura. Un poco a raíz de esta disputa geopolítica que surgió sobre el Perú a raíz del puerto de Chancay”, dijo el legislador a Canal N.

“Pero me parece una forma poco seria e improvisada de la presidenta, que a solo algunos días de haber estado en Estados Unidos y que, de pronto, se le escapó este comentario: ‘a Trump no le ha gustado lo del puerto de Chancay’, entonces se le ocurre, teniendo un buen gesto con el gobierno americano, declarar de interés nacional el puerto espacial. O sea, no hay realmente seriedad en sus acciones”, agregó.

Esta perspectiva crítica también se reflejó en la prensa nacional. La reconocida periodista Juliana Oxenford lanzó un reclamo en su programa Arde Troya: “Mientras tanto, Dina Boluarte quiere un puerto espacial. ¡Sí! Quiere un puerto espacial. Necesitamos cárceles, seguridad, trabajo para tantos jóvenes desempleados, un aumento en la remuneración mínima vital. Necesitamos organizar este país, volver a confiar en que es un Estado democrático, pero la señora está pensando en Marte, en Saturno, en Júpiter”.

La comunicadora, además, explicó uno de los aspectos clave del proyecto: la declaración expresa de “interés nacional” lograría impedir que el gasto asociado al puerto espacial recaiga en el Tesoro Público, ya que la norma solo tendría carácter declarativo.

“¿Por qué resaltan esto de interés nacional? Porque casualmente, al llamarlo así, al proponerlo de esta manera, no recaería el gasto multimillonario que representaría un puerto espacial en el Perú, en el Tesoro Público por tener carácter declarativo. Todas se la saben”, cuestionó.

Fundamentos y justificación

El proyecto de ley presentado al Congreso desarrolla un “marco normativo para promover el inicio de los estudios correspondientes para la creación del Puerto Espacial”, señalando expresamente que la infraestructura buscará fortalecer la autonomía del país en temas de ciencia, tecnología y defensa, así como ampliar sus oportunidades en el sector aeroespacial a nivel regional e internacional.

Se cita en el documento oficial: “La presente Ley tiene por objeto declarar de interés nacional y necesidad pública la creación del Puerto Espacial, que se constituye como un conjunto de componentes que permiten ejecutar misiones y operaciones espaciales con fines científicos, comerciales, militares o de exploración, entre otros”.

Entre los propósitos declarados se mencionan: “Impulsar el desarrollo económico nacional y regional”; “incrementar la capacidad de innovación y competitividad del país”; y “fortalecer la defensa y seguridad nacional mediante el uso de tecnologías espaciales avanzadas”.

Políticas internacionales

Por otra parte, la Comisión Nacional de Investigación y Desarrollo Aeroespacial (CONIDA), el Ministerio de Defensa, la Fuerza Aérea del Perú y otras diversas entidades estatales han emitido informes y recomendaciones técnicas para la formulación del proyecto.

Estas incluyen la valorización de los recursos y capacidades de las bases aéreas, aspectos regulatorios, así como el alineamiento a las políticas internacionales de cooperación técnica en ciencia y tecnología.

Mientras la administración de Dina Boluarte impulsa la idea como un paso hacia el desarrollo y la participación en el mapa espacial global, sus detractores insisten en que existen desafíos urgentes a resolver, como la crisis de seguridad y la necesidad de fortalecer la economía real.

El proyecto, todavía a la espera de ser debatido y eventualmente aprobado por el Congreso de la República, traza un nuevo horizonte para la política tecnológica y científica del país.

La decisión final sobre la ubicación de la infraestructura y el futuro de la iniciativa dependerán de las próximas gestiones y del consenso entre los poderes del Estado, operadores internacionales y la sociedad civil.