Un violento choque entre manifestantes y agentes de Policía en Quito, en las inmediaciones de la Presidencia, marcó la jornada de protestas sociales en Ecuador, que dejó unos 37 detenidos, al menos cinco heridos, y tuvo varios epicentros pero, ninguno como el de la capital.

El escenario fue la histórica Plaza de Santo Domingo, el lugar en el que confluyeron los manifestantes tras una marcha pacífica de menos de dos kilómetros que había sido convocada por gremios, sindicatos y grupos sociales.

“En todos los sitios de Ecuador las manifestaciones han sido pacíficas. Este es el único conato de violencia en todo el día”, dijo la ministra de Gobierno (Interior), Alexandra Vela, en una rueda de prensa en la que el Gobierno hizo balance de la jornada.

Y acusó del brote de “actos vandálicos” a un colectivo al que denominó “grupo guevarista”, unos “50 jóvenes vestidos de negro con mochilas de color verde” que iban al final de la marcha.

Batalla Campal

A su entrada en la plaza, según la ministra, el grupo comenzó a provocar a la Policía y arrojar piedras a los agentes, mientras los principales líderes sindicales tomaban la palabra desde el monumento en el centro del recinto.

Pese al nutrido grupo de antidisturbios apostados al otro lado, los manifestantes consiguieron arrancar las barreras de una de las calles que da acceso a la vecina Plaza Grande, donde se encuentra la Presidencia.

Agentes a pie respondieron con gases lacrimógenos mientras otros motorizados y a caballo alejaban a los manifestantes fuera del casco histórico, lo que consiguieron en menos de una hora.

Entretanto, grandes adoquines fueron desarmados del pavimento para utilizarlos como armas arrojadizas contra los agentes, cinco de los cuales resultaron heridos.

En total, dijo Vela, 37 personas han sido detenidas a lo largo de la jornada, algunos en la manifestación y otros por cortar y obstaculizar vías en varias provincias del país.

Videos en redes sociales mostraron, desde por la mañana, piquetes y bloqueos con ramas, piedras y fuego, así como enfrentamientos de menor intensidad, en provincias como Imbabura, Cotopaxi y Azuay, en la Sierra andina, y Guayas en la costa.

Grupos de derechos humanos han denunciado algunos casos de un presunto uso excesivo de la fuerza por parte de agentes policiales,
en uno de los casos contra una periodista, mientras que se ha denunciado también un caso de abuso sexual a una mujer.