El presidente boliviano Evo Morales, en el poder desde hace 13 años, hizo este martes una demostración de fuerza en la ciudad de Santa Cruz, un bastión opositor aunque luego se registraron algunos incidentes callejeros entre la policía y opositores.

“Mientras estemos unidos, seguiremos derrotando a quienes no quieren al pueblo boliviano”, arengó el mandatario, ante decenas de miles de sus seguidores, constataron periodistas de la AFP.

En Bolivia la policía ni ninguna otra autoridad emiten estimaciones de manifestaciones.

Los seguidores de Morales lo vitorearon enfervorizados y lo proclamaron como presidente reelecto para un cuarto mandato (2020-2025).

Una mayoría de la multitud vistió con el color azul de su partido, el Movimiento Al Socialismo (MAS), y esperaron a su líder desde temprano en la avenida central llamada “Cambódromo”.

Decenas de efectivos policiales se movilizaron en los alrededores del lugar para evitar que jóvenes radicales de derecha pretendieran confrontarse en las calles, sin embargo no pudieron evitar incidentes con opositores que lanzaron piedras y a los que los uniformados respondieron con gases lacrimógenos.

Las unidades antimotines de la policía detuvieron más de 30 personas, según denunció el opositor Comité Cívico pro Santa Cruz.

Morales, un dirigente aymara de izquierda y estrecho aliado político de Venezuela y Cuba, destacó en el mitin político el gran poder de convocatoria que tuvo en una ciudad donde la oposición es fuerte.

Santa Cruz es la región más próspera y poblada del país, donde Morales ha tenido que bregar para lograr su aceptación política.

Destacó los logros económicos de sus 13 años de gobierno, como la eliminación de la extrema pobreza desde el 38% hasta el 15%, según datos oficiales. Prometió que cuando concluya su eventual nuevo mandato, “la extrema pobreza en 2025 estará en menos de 5%”.

También disparó contra los opositores, Carlos Mesa -candidato presidencial y quien le sigue en las encuestas-, de pretender sumar a Bolivia al llamado “Grupo de Lima”, conformado por varios países de Sudamérica, en el que -según él- “están presidentes y gobiernos sumisos a Estados Unidos (y son) gobiernos privatizadores”.

El gobernante encabeza todas las encuestas de intención de voto, por encima del opositor y exmandatario Carlos Mesa, aunque algunos sondeos vaticinan un balotaje.

Mesa, por su parte, endureció su discurso en un cierre de campaña en La Paz y en su llamado a derrotar en las urnas a Morales enfatizó: “Este es un momento en el que tenemos que decidir entre el camino autoritario a la dictadura y el camino de la construcción democrática”.