La presidenta del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), Vilma Núñez, hizo este jueves un urgente llamado para detener una incursión policial a sus oficinas sin orden legal, tras la cancelación de su registro legal.
“Nos encontramos en una situación de peligro y grave. La policía nos tiene rodeados en el Cenidh (…) no nos dejan pasar con libertad”, dijo Núñez en un desesperado mensaje enviado a periodistas por su cuenta de la red WhatsApp.
“La peor situación” durante el día fue que a los periodistas y personas que llegaban a las oficinas la policía “les ha dicho que no los dejan pasar porque el Cenidh esta cerrado”, dijo la defensora de derechos humanos, lo que las autoridades negaron.
“Pensamos que esta noche la policía se va a meter al Cenidh; la policía va a agredir nuestras instalaciones, no sé con orden de quien, les pedimos auxilio”, manifestó Núñez.
La activista llamó a la delegación del Mecanismo de Seguimiento Especial para Nicaragua (Meseni), de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). “Ojalá que pueda venir”, dijo Núñez.
Las oficinas del Cenidh, al oeste de Managua, están en el perímetro de seguridad de la residencia y despacho del presidente izquierdista Daniel Ortega, el cual se mantiene cerrado con vallas metálicas, bloques y agentes de policía fuertemente armados.
Las medidas de seguridad se han extremado en torno al organismo, luego que el miércoles el parlamento suspendió a esa ONG su registro legal y les acusó de alterar el orden público y de realizar acciones desestabilizadoras en el contexto de las protestas antigubernamentales iniciadas el pasado 18 de abril.
El Cenidh -fundado hace 28 años-, es una de las nueve organizaciones no gubernamentales a las que el parlamento le ha cancelado su personalidad jurídica en las últimas dos semanas, acusándolas de participar en un intento de golpe de Estado, como le llama el gobierno a las protestas antigubernamentales.