Argentina superará “la tormenta” que atraviesa y volverá a crecer en 2019, afirmó este miércoles el presidente Mauricio Macri y ratificó que buscará el ajuste fiscal para reducir el déficit.

En una conferencia de prensa Macri dijo descreer que “esta tormenta que estamos atravesando pueda terminar en una crisis similar a otras del pasado”.

El presidente habló cuando se espera el viernes la llegada de Christine Lagarde, titular del Fondo Monetario Internacional (FMI) que otorgó en junio un préstamo por 50.000 millones de dólares para capear los efectos de una corrida cambiaria en mayo.

“Estamos enfrentando una tormenta, pero hemos sabido arriar las velas y fortalecernos manteniendo el rumbo y sigo creyendo en el futuro”, agregó Macri.

El acuerdo con el FMI sitúa entre 0,4 y 1,4% el crecimiento de Argentina para 2018, mientras que en el Presupuesto se estimaba para este año un repunte de la economía de 3,5%.

“El crecimiento (…) va a disminuir, vamos a tener unos meses en los cuales las cosas que hemos formulado tienen que madurar, pero vamos a retomar el crecimiento el año que viene y volver a generar empleo, así como generamos 700.000 puestos de trabajo en 2017”, afirmó.

El Producto Interno Bruto de Argentina se incrementó 2,8% en 2017. Pero tras 13 meses de crecimiento, en abril la economía perdió 0,9%.

Inflación indomable

El mandatario admitió que “domar la inflación no ha sido tan fácil como pensamos” y aseguró que vencerla sigue siendo una “absoluta prioridad”.

El alza del costo de vida acumuló 16% en el primer semestre y 29,5% en el interanual de junio de 2017 a junio pasado, según el instituto de estadísticas.

El gobierno había fijado inicialmente su meta de inflación para 2018 en 10%, aunque en diciembre modificó la pauta a 15%. En el acuerdo con el FMI admite que estará en el orden de 27%, mientras que las consultoras estiman que rondará el 30%.

Macri, de 59 años, terminará su mandato a fines de 2019 y piensa en la reelección. Tras la victoria de su coalición Cambiemos en las legislativas de 2017 tenía buenas perspectivas.

Pero el malestar de los argentinos se acrecentó con la pérdida del poder adquistivo y la crisis del peso entre mayo y junio que sacudió, con una depreciación de 35% de la moneda y llevó a Macri a acudir al FMI, un mal recuedo para el país sudamericano.

Ajustarse el cinturón

Macri insistió en que Argentina debe “dejar de tener un Estado que gasta mucho más” de lo que recauda, pero no será por la vía de la suba de impuestos sino por la reducción del gasto.

“No podemos pagar más impuestos (…) o sea que los argentinos tengan que ajustarse el cinturón para un Estado al que nunca le alcanza”, afirmó.

Esto será parte del Presupuesto 2019 que el gobierno federal busca acordar con las provincias, y que prevé reducir el déficit fiscal a 1,3% del PIB.

En cambio, Macri dijo que no frenará la reducción paulatina a los impuestos a las exportaciones de soja y sus derivados, medida que algunos de sus socios reclaman para alimentar las arcas del Estado.

“Las retenciones (impuesto a las exportaciones) destruyen el futuro”, afirmó.