Hoy hubo enfrentamientos dispersos y movimientos de tropas, pero en esta ocasión se estableció "un mecanismo de vigilancia del alto el fuego" entre los dos bandos y con EE. UU. y Arabia Saudita como mediadores.

Después de semanas de sangrientas luchas, Sudán vive los primeros momentos de una tregua semanal acordada entre el ejército y el grupo paramilitar “Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR)”, con mediación de Arabia Saudí y Estados Unidos.

Según el parte diario publicado por el Ejército, “las milicias rebeldes asaltaron hoy las sedes del Banco Islámico Faisal y del Banco Islámico Sudanés” y “ocuparon y causaron destrozos en el Hotel Corinthia”.

Según comentaron a EFE residentes de la capital de Sudán, desde las 18:45 GMT, hora en que comenzó la tregua, no se escucharon sonidos de aviones de combate o bombardeos. Sin embargo, la ONU registró “combates y movimientos de tropas”.

Hasta ahora, era habitual que al llegar la noche los enfrentamientos se reduzcan.

Anteriormente, ninguna de las partes respetó las pausas alcanzadas con fines humanitarios, todas con tres días de duración, con excepción de la finalizada el 11 de mayo, auspiciada por Sudán del Sur y que duró una semana.

Desde Riad, capital de Arabia Saudita, y Washington, habrá “un mecanismo de vigilancia del alto el fuego” con representantes de los dos bandos mediadores.

La nueva tregua, alcanzada en la noche del sábado en ciudad portuaria saudí de Yeda, prevé un alto el fuego de una semana de duración, durante la que las partes enfrentadas se comprometen a facilitar el flujo de ayuda humanitaria, proteger los civiles y restaurar las instituciones e instalaciones de servicios.