Kenia acude este martes a las urnas para elegir a su presidente en unas reñidas elecciones generales marcadas por el encarecimiento del coste de la vida, tras una campaña electoral mayoritariamente pacífica pero bajo el temor a que se repita la violencia de anteriores comicios.

El vicepresidente keniano, William Ruto, y el ex primer ministro Raila Odinga son los dos candidatos favoritos en la carrera presidencial de estos comicios, uno de los más competidos de África, si bien también se postulan los abogados George Wajackoyah y David Mwaure, sin opciones realistas de victoria.

“Hemos rezado por el país y también por unas elecciones pacíficas el martes”, afirmó este domingo Odinga (de 77 años) durante una misa celebrada en el Centro de Convenciones Kenyatta International de Covenciones Centro (KICC) en Nairobi.

“Aceptaremos el resultado. Si ganamos, lo celebraremos y si perdemos también felicitaremos al ganador porque de eso va la democracia”, añadió Odinga, quien opta por quinta vez a la Presidencia y a quien uno de los últimos sondeos de voto realizado a finales de julio le daba el triunfo con un 47% de los sufragios.

“Estamos preparados para las elecciones este martes. Pido a todos los kenianos que hagan las paces entre ellos”, dijo, por su parte, al asistir a otro servicio religioso Ruto (de 55 años), quien, según esa misma encuesta, obtendría un 41% de los votos.

También Ruto se comprometió a aceptar los resultados durante el debate presidencial celebrado el pasado 26 de julio -al que no asistió su contrincante- porque, en anteriores elecciones, “se han fomentado crisis por negarnos a aceptar el resultado (…), lo que nos ha costado vidas, propiedades y muchas otras cosas”.

“Si tengo algún problema, iré a los tribunales y aceptaré la decisión de los tribunales”, puntualizó entonces el candidato, quien se postula por primera vez a la Jefatura de Estado.

22 millones de electores

Unos 22,1 millones de votantes registrados -de una población nacional de unos 55 millones de habitantes- acudirán este martes a las urnas.

Se ha habilitado algo más de 46.200 colegios electorales, que abrirán sus puertas a las 06:00 hora local (23:00 en Chile) y cerrarán a las 17:00 (10:00 en Chile), según confirmó la Comisión Electoral Independiente (IEBC, por sus siglas en inglés).

Los kenianos no votan sólo para escoger un nuevo presidente, sino también para elegir a 290 diputados y 47 asientos reservados para mujeres en la Asamblea Nacional (Cámara Baja), así como 47 escaños del Senado (Cámara Alta).

También escogen a los gobernadores y las asambleas legislativas de los 47 condados del país.

Los últimos paquetes de papeletas electorales llegaron el pasado día 3 de agosto al país, donde han sido distribuidas en un total de 290 circunscripciones, desde el árido norte del país hasta la cálida costa, pasando por la región del Monte Kenia (centro), con una alta densidad de población y clave en la contienda presidencial.

Tras las acusaciones de fraude electoral que ensombrecieron anteriores comicios, la IEBC se mostró la pasada semana segura “casi al 100%” de que en esta ocasión no habrá ninguna irregularidad gracias al establecimiento de numerosos mecanismos de seguridad.

“Llamo a todos los votantes registrados para que salgan a la calle y ejerzan su derecho democrático en el día de las elecciones”, señaló este domingo el presidente de la Comisión Electoral, Wafula Chebukati, en un mensaje especial dirigido a la nación.

El quinto presidente

El ganador de estos comicios se convertirá en el quinto presidente del país desde su independencia del Reino Unido en 1963 y sustituirá a Uhuru Kenyatta, quien abandona el poder tras completar el segundo y último mandato de cinco años permitido por la Constitución.

En un gesto sorprendente, Kenyatta no apoya a su vicepresidente, Ruto, líder de la coalición Kenya Kwanza (Kenia Primero, en suajili), sino que ha hecho campaña por Odinga, al frente de la coalición Azimio La Umoja (Aspiración a la Unidad).

La relación entre Kenyatta y Ruto no hizo más que deteriorarse desde que el presidente y Odinga zanjaran sus diferencias políticas e iniciaran un acercamiento con un simbólico -e inesperado- apretón de manos en 2018.

Según la mayoría de sondeos de intención de voto publicados hasta el momento, ninguno de los dos candidatos favoritos lograría más del 50% de los votos a nivel nacional y un 25% de los sufragios en la mayoría de los condados, dos condiciones “sine qua non” para conseguir la victoria en primera vuelta.

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Si no se cumplen esos dos requisitos, el país tendría que celebrar una segunda votación en un plazo máximo de 30 días, según estipula la ley.

Varias misiones de observación internacionales se han desplegado para supervisar los comicios, entre ellas las de la Unión Europea (UE) y la Unión Africana (UA).

Para garantizar la seguridad de la votación, unos 150.000 efectivos de las fuerzas del orden se han movilizado en todo el país, según la Policía.

Kenia es identificada a menudo por la comunidad internacional como una potencia estabilizadora de la convulsa región del Cuerno de África y un socio leal de Occidente.

El país, además, destaca como la sexta potencia económica de África y una de las economías de más rápido desarrollo del continente, con un crecimiento del 5,7% anual desde 2015 hasta 2019.