El 2018 ha sido un año bastante ocupado para Ignacia Baeza. Comenzó con un pequeño papel en Dime quién fue, la producción con la que TVN quiso regresar a las teleseries nocturnas; posteriormente se unió a la segunda temporada de Perdona Nuestros Pecados; y actualmente es parte del elenco de Pacto de Sangre, la apuesta con la que Canal 13 quiere conquistar el horario prime.

En la nueva producción dramática interpretará a Trinidad, una madre de familia cuya vida cambiará radicalmente cuando su marido Benjamín (Álvaro Espinoza) se vea involucrado en la muerte de una persona tras una desastrosa despedida de solteros.

“Ella es una muy buena madre, preocupada de sus dos hijos (de 16 y 9 años). Es la típica mujer que se desvive por su hijos, que es buena mamá, buena mujer, buena cocinera. Tiene un matrimonio perfecto. Es la que pone la casa todos los domingos para los asados de los amigos… hasta que ocurre este accidente fatal que le cambia la vida a los cuatro amigos y, por ende, a todos los que los rodean”, explica la actriz de BioBioChile.

“Ahí viene un vuelco enorme para Trinidad. Se le desarma su vida, se le desarma todo lo que tenía y se empiezan a desencadenar ciertos hechos”, agregó.

Canal 13
Canal 13

Según la artista, el rol le atrajo desde el primer momento. “Cuando me lo propusieron, me lo vendieron como un gran personaje, un gran desafío para mí como actriz, casi protagonista, diría yo. Me atrajo toda la historia de Trinidad, todo su lado psicológico, su vulnerabilidad, es un personaje que está lleno de contradicciones, pero a la vez es súper clara”, agregó Baeza, quien comparte escenas con Pablo Cerda, Pablo Macaya y Néstor Cantillana.

Ignacia asegura estar muy contenta con el trabajo que están haciendo y con la esperanza de conseguir buenos resultados, aunque está consciente que el escenario actual en el horario prime está muy difícil y peleado.

“Tengo claro que la competencia es difícil porque Mega está posicionado en un horario y como canal, pero creo que no hay que derrumbarse si uno pierde porque me parece que es demasiado bueno que se estén haciendo producciones nuevas y que se levante Canal 13 y que Chilevisión vaya a sacar una teleserie a las ocho de la noche. Lo peor que nos puede pasar a los que estamos metidos en esta industria es que el monopolio lo tenga una empresa y que se cierren las áreas dramáticas. Es nefasto”, sentenció.

La actriz vivió este año en carne propia los diferentes escenarios que enfrentan los canales. “TVN fue un paso raro, porque está en un momento triste, como que vas al área dramática y te da pena, porque toda la gente que tú conocías ya no está, porque echan y echan gente, y porque no se sabe cuál es el futuro que tendrán”, explicó.

“Mega me gustó mucho porque está toda la gente con la que yo partí. Está la Quena (Rencoret), con quien trabajé siete años en TVN, y que me haya llamado a Perdona Nuestros Pecados fue bacán. ¿Quién no habría querido haber estado en la teleserie del momento? Fue rico, una buena experiencia pero no hubo nada concreto después y justo apareció esta oportunidad de participar con AGTV (la productora a cargo de Pacto de Sangre), a los que encuentro secos”, agregó sobre su regreso al 13.

Perdona nuestros pecados

La actriz también comentó su paso por Perdona Nuestros Pecados, donde interpretó a Julieta, una enfermera que se enamoraba y tenía un hijo con el padre Reynaldo (Mario Horton). El desenlace de este rol, sin embargo, fue una de las grandes interrogantes que dejó la producción creada por Pablo Illanes.

“No tuve final”, bromeó Ignacia. “Yo lo adjudico y lo trato de entender como que en el fondo al guionista se le fue un poco en collera porque eran demasiados personajes y habían historias potentes e importantes que tenían que tener un final y que el público las exigía”, comentó.

“Mi personaje que prometía mucho cuando entró, cuando a mí me ofrecieron la historia era un personaje que iba a ser más grande de lo que fue”, explicó. “Pero creo que se les fue no más (…) en el fondo Julieta pasó colada entremedio igual que mi hermana (Lucrecia, interpretada por María José Prieto)”, sentenció.

“Ahí hay un error. Yo debería haber tenido un cierre, por último que en el texto dijeran se fue al sur y que volvió a la enfermería. Pero en el fondo no tuvo ese cierre. Fue triste, fue fome. Igual fui parte (de la teleserie) y no fue un personaje chico, merecía un cierre”, añadió.

MEGA
MEGA

Para Baeza, hubiera sido entretenido que Julieta siguiera explorando la locura que comenzó a mostrar en las últimas semanas de la producción, donde el desamor de Reynaldo la llevó a la obsesión.

“La tiraron para la locura, entonces hubiera sido entretenido ver cómo esta mina enloquece de amor y le empieza hacer la vida imposible a María Elsa, o se obsesionaba con el cura… creo que pintaba para allá, pero no dio el tiempo. Entrar en las segundas temporadas a la mitad de algo, es difícil que se sostenga”, comentó.

Para ella, un gran final para el personaje hubiese sido que la enfermera se enamorase de otro personaje. “Le hubiese dado un final feliz porque en el fondo Julieta era una buena mujer, una mujer tranquila bondadosa, que cuidó al padre, que cuidaba a los enfermos. Entonces yo creo que si bien no resultó con el padre, sí podría haber hecho link con otro personaje y se hubiera dado a entender que vivieron felices. La hubiese cerrado bien”, finalizó.

Nuevos horizontes

Paralelamente a su trabajo en televisión, Ignacia también está trabajando en el reestreno de la obra Tribus, de la que ella compró los derechos.

El montaje dirigido por Manuela Oyarzún, se remontará en enero próximo y en la Universidad Católica. Junto a ella también estará Mateo Iribarren y Tamara Acosta, entre otros.

Tribus
Tribus