El actor habló de sus años en un colegio de los Legionarios de Cristo y cómo se prepara para la nueva nocturna de Mega.

Gabriel Cañas ha ganado bastante popularidad durante el último semestre con su interpretación de Mariano Rodríguez en La Ley de Baltazar, uno de los personajes controvertidos de la ficción.

En una extensa entrevista con La Cuarta, el actor de 37 años se refirió también a su periodo de infancia en Pirque, donde asistió a un colegio de los Legionarios de Cristo.

“Estudié en un colegio de los Legionarios de Cristo. Esa etapa la recuerdo con un poco de todo. Tengo como un trauma con los Legionarios, con esa institución, con ese nivel de conservadurismo, con ese infierno grande de pueblo chico”, indicó.

“Tengo muy malos recuerdos que, tal vez, se transformaron en malos recuerdos ahora, porque en ese momento uno lo naturaliza todo, y así es tu vida y el entorno. No lo cuestionas tanto”, agregó.

Cañas actualmente se encuentra, entre otros proyectos, preparando lo que será la nueva teleserie nocturna de Mega, situación que de alguna forma lo hará volver a esos años.

“La nueva teleserie (nocturna) se trata un poco sobre el bullying. He tenido que meterme de nuevo en ese universo del colegio y todo. He recordado hueas súper feas y más personales”, expresó.

“No me hacían tanto bullying, porque tenía dos hermanas que eran las mijitas ricas del colegio, pero igual había algo por debajo que nadie se atrevía a decir para no perder la oportunidad (con mis hermanas). Igual era el maricón raro del colegio. Me defendí súper bien, pero eso significó también anular quién era yo”, añadió.

Gabriel Cañas y la ‘construcción de Mariano en La Ley de Baltazar

En este sentido, Gabriel Cañas también se refirió a cómo logró darle forma a su personaje en la exitosa teleserie de Mega, el cual ha combinado momentos de bondad, maldad, y otros de vulnerabilidad.

“En la primera reunión para La ley de Baltazar (Mega), que me ofrecieron a Mariano, dije: Concha-de-tu-madre, ¿cómo hago esto? Qué vergüenza ponerme en la tele a hablar esto”. Mucha gente ve tele y tienes una responsabilidad mediática más fuerte que la mierda. Uno está diciendo cosas que la gente repite, discursos y formas de actuar. Estás todos los días en la once de la gente, en un lugar muy íntimo”´, señaló.

“Mariano fue una construcción mucho más política que personal. Fue un salto como intérprete en atreverme a defender un personaje con el cual no estoy de acuerdo prácticamente en nada. Por lo general, uno tiene una vanidad de actor en que quieres siempre que tu personaje tenga el discurso bacán, desde donde uno se siente cómodo, seguro y empoderado”, apuntó.

“Con este me pasó todo lo contrario: la dificultad era humanizar algo que para mí es más bien demoníaco. Debía naturalizar la violencia que tenía Mariano, del sistema económico que representa, la homofobia de un homosexual, el conservadurismo o la avaricia”, concluyó.

Hay que señalar que La Ley de Baltazar vive sus capítulos finales a través de Mega, con varios conflictos que aún se deben resolver.