Henkel ha expandido sus operaciones en nuestro país, inaugurando una nueva planta modular en Antofagasta, la cual producirá adhesivos cerámicos de su marca Bekron directamente en la región, con el 99% de las materias primas adquiridas a proveedores locales. El movimiento, junto con aportar a la economía de la zona, reducirá considerablemente la huella de carbono de la multinacional alemana en Chile. Una planta de las mismas características abrirá próximamente en Arica.
La multinacional alemana Henkel, que opera desde hace casi cuatro décadas en nuestro país, está expandiendo sus operaciones fuera de la región Metropolitana, inaugurando una planta en Antofagasta y, muy pronto, otra en Arica.
Este miércoles iniciaron operaciones oficialmente en Antofagasta, con una innovadora planta de casi 800 metros cuadrados ubicada en el Centro Industrial y Empresarial La Negra, a 20 kilómetros de la ciudad.
Se trata de un sistema de plantas modulares pequeñas, con tecnología de punta, que producirán adhesivos cerámicos de su marca Bekron, y que destacan por tener capacidad para expandirse, en caso de que la demanda lo requiera.
Se proyecta una capacidad de producción anual de hasta 15 mil toneladas de producto. Si a futuro se necesitara crecer, podrían llegar a producir potencialmente 70 mil toneladas al año.
Potenciar producción local con proveedores de Antofagasta
En entrevista con BioBioChile, Murilo Brotherhood, presidente de Henkel Chile y head of Construction Business en Latinoamérica, explicó que es una decisión estratégica desde el punto de vista de negocios, por el potencial de crecimiento del norte de nuestro país, pero también va en línea con la sustentabilidad, que es un objetivo central de la compañía a nivel global.
“Vamos a reducir significativamente la necesidad de transporte hasta la región. Solo para tener una idea, actualmente hacemos 400 viajes de camión anuales, solo para llevar productos a Antofagasta. Entonces, el ahorro no solo es el costo por transporte, sino también la reducción de la huella de carbono“, expresa el ejecutivo.
Junto a la disminución en transporte, el producto será fabricado comprando la materia prima a empresas de la región.
“Además, hay un tema con la disponibilidad de proveedores locales para suministrar la materia prima. Por ejemplo, uno importante para nosotros es el proveedor de cemento, que lo tenemos a 3 minutos. Así también con la arena y otros insumos, que vamos a poder comprar directamente en la región y potenciar la economía local”, recalca.
Por otra parte, la producción local también permitirá mayor disponibilidad del producto en la zona, por lo que las constructoras ya no dependerán del despacho desde Santiago.
“Para ser competitivos en este negocio, el punto de producción tiene que estar muy cerca del punto de consumo, y nosotros identificamos una oportunidad en el norte de Chile para ocupar plantas modulares, que pueden crecer de acuerdo con la demanda local. Tanto Antofagasta, como Arica, son dos mercados súper importantes con potencial de crecimiento, que justifica nuestra presencia física en términos de producción”, afirma el presidente de Henkel Chile.
Más sustentables
“El reducir la huella de carbono por traslado de productos desde la capital del país hasta Antofagasta, va en línea con la estrategia global de la multinacional”, indica Natalia Pardo, gerente de Comunicaciones Corporativas de Henkel en Chile y Argentina.
“Parte de nuestra agenda a nivel global como Henkel es llevar economías más verdes, más amigables con el medio ambiente, y lo que hicimos fue buscar un lugar donde, además, pudiéramos contar con materia prima local. El 99% de nuestra materia prima es de aquí. Estamos centrando todo en Antofagasta, para que la producción sí sea completamente local y se puedan reducir estos 400 viajes anuales que se realizan hacia el norte, y también evitar que materia prima sea trasladada, pues no tendría sentido traerla desde Santiago”, expresa la ejecutiva.
Asimismo, las plantas modulares cuentan con tecnología de alto nivel, que le permiten ser más sustentable en todo el proceso: “Son plantas con muy bajo consumo de agua, con muy bajos residuos industriales, que buscan reducir el CO2 en nuestras operaciones y que, al igual que las plantas de Pudahuel y Quilicura (región Metropolitana), trabajan 100% con energías renovables no convencionales”
“Esto responde a algo que está en el ADN de Henkel, que es tener la sostenibilidad y el desarrollo de una economía circular en el centro, siempre impulsado con innovación”, asegura Natalia Pardo.
Y destaca que “es una apuesta que estamos haciendo porque creemos en el Norte del país como una zona para ir desarrollándonos como compañía. Creemos que se va a ir reactivando la economía, y con ella, el sector de la Construcción, y nosotros como empresa vamos a tener la capacidad de ir acompañándola”.
