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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

Latinoamérica es la región más desigual en ingresos y riqueza, con el 10% más rico acaparando el 57% de los ingresos, mientras el 50% más pobre apenas alcanza el 8%. En Chile, la desigualdad de ingresos disminuyó levemente, pero sigue en niveles altos, según el economista Ricardo Gómez Carrera. México también redujo la brecha gracias a aumentos en salarios mínimos. Argentina es una excepción, con menor brecha pero en aumento. Brasil y Colombia vieron aumentar la desigualdad.

Latinoamérica es la región del mundo con mayores desigualdades en los ingresos y una de las más desiguales en términos de riqueza, pero en la última década se han visto en su seno evoluciones diferentes, con un aumento de esa desigualdad en Brasil y Colombia, y una reducción en México y Chile.

Sobre nuestro país, el economista mexicano Ricardo Gómez Carrera -del Laboratorio de las Desigualdades Mundiales (WIL) y autor principal del Informe sobre la Desigualdad Global- señala que en entre 2014 y 2024 “ha disminuido un poco la desigualdad” pero “sigue en niveles extremadamente altos”.

Enfatizó que en Chile ha disminuido la brecha de ingresos, aunque la proporción continúa mostrando una desigualdad.

Latinoamérica, la región más desigual por ingresos

El 10% de los más ricos en Latinoamérica concentran el 57% de los ingresos, mientras que el 50% de los más pobres se tienen que contentar con el 8% del total, según el WIL que publicó este miércoles su Informe sobre la Desigualdad Global.

En el mismo se señala que sólo el África subsahariana y el sur y el sudeste de Asia se acercan a ese nivel de desigualdad, con un 55% de ingresos para el 10% más privilegiado y un 10% y 14%, respectivamente para el 50% en la parte baja de la escala social.

En términos de riqueza, Latinoamérica también es una de las regiones con más desigualdades internas en términos de riqueza, ya que el 1% más rico es propietario del 36% de todos los bienes, un porcentaje que sólo se supera en Oriente Medio y el norte de África (37%) y, sobre todo, en Rusia y Asia central (46%).

Como elemento comparativo, ese 1% de la cúspide en Europa es dueño del 25% de la riqueza y del 34% en Norteamérica y Oceanía.

En el extremo inferior, el 50% más pobre de la población latinoamericana únicamente posee el 3% de la riqueza, una cifra equivalente a la de Europa, pero superior a la que se constata en Norteamérica y Oceanía (1%) y a la del África Subsahariana (1%) o a la de Oriente Medio y el norte de África (1%).

Chile “ha disminuido un poco la desigualdad”

El economista mexicano Ricardo Gómez Carrera, autor principal del estudio, señala que en entre 2014 y 2024 en México y Chile “ha disminuido un poco la desigualdad” pero “sigue en niveles extremadamente altos”, mientras en Colombia y Brasil ha aumentado un poco.

Argentina se mantiene como una excepción relativa, ya que aunque la brecha de ingresos entre el 10% de los más ricos y el 50% de los más pobres es significativamente menor que en la mayor parte de los otros países latinoamericanos, ha aumentado del 32% en 2014 al 36,8% en 2024.

Esa misma excepción es perceptible en la distribución de la riqueza, con un 58,7% en manos del 10% más privilegiado, una cifra muy elevada pero netamente inferior al 69% de media en Latinoamérica.

México ha experimentado el cambio más notable en esos 10 años y ha pasado de ser el más desigual de los grandes países latinoamericanos en términos de ingreso, con una brecha que se ha reducido en un tercio, y eso fundamentalmente por el aumento de los salarios mínimos, subraya Gómez Carrera.

“La desigualdad -argumenta el responsable del estudio- se puede reducir si hay política redistributiva (con ayudas sociales a partir de lo recaudado con los impuestos) pero también con políticas predistributivas (…) como el aumento del salario mínimo”.

Pese a todo, su patrón de la distribución de riquezas se mantiene muy polarizado, con un 70,6% en manos del 10% más rico y un 2,3% en el del 50% más pobre.

Chile tiene unos parámetros muy similares en lo que se refiere a la riqueza (2,6% para el 50% más pobre, 69,4% para el 10% más rico) y también ha disminuido la brecha de ingresos, aunque en mucha menor proporción.

La tendencia ha sido opuesta en Brasil, donde el 10% más rico se lleva alrededor del 59% de los ingresos (y el 70,1% de la riqueza), mientras el 50% más pobre se tiene que contentar con el 9% (el 2,4% de la riqueza).

Y ese mismo movimiento a mayor desigualdad, pero más agudizado, se ha producido desde 2014 en Colombia, donde el 10% de los más privilegiados concentran el 60% de los ingresos (y el 70,9% de las riquezas), al tiempo que el 50% en la base de la escala social se quedan con el 7% (2,2% de la riqueza).

De estos cinco países, Argentina destaca por ser el que tiene el mayor nivel de ingresos medios, alrededor de 52.000 euros anuales en paridad de poder adquisitivo, muy por encima de Chile (19.000), México (13.500), Brasil (12.500) y Colombia (12.000).