La calificadora de riesgo Fitch Ratings mantuvo la nota de Chile en “A-“, respecto a la Calificación de Incumplimiento de Emisor en moneda extranjera a largo plazo, además de mejorar sus proyecciones sobre el crecimiento del PIB en 2025 de un 2,0% a 2,4%.
Fitch afirmó que las perspectivas para Chile son “estables”, y que el rating se basa en “un balance soberano relativamente fuerte, con una relación deuda pública/PIB menor a sus similares”.
También destacó la sólida gobernanza del país y su historial de políticas macroeconómicas centradas en objetivos de inflación y tipos de cambio flexibles.
En cuanto a las próximas elecciones, Fitch sostuvo que “no anticipamos cambios políticos que puedan conllevar una caída en el perfil crediticio” del país.
Fitch mantiene la nota de Chile
Ese tipo de clasificaciones son usadas como una referencia de qué tan preparado está un país para responder a sus cumplimientos financieros y de pago de deuda.
Países con altas notas son considerados de confianza en el pago de bonos, con instituciones robustas y economías fuertes. Por el contrario, países en el fondo de las listas son de mayor riesgo para inversiones y tienen más probabilidad de caer en el impago.
En el caso de Fitch, la calificación va desde AAA (menores expectativas de impago), pasando por AA y A, y de ahí hasta la C (default o impago), RD (previo a la quiebra) y D (quiebra).
Mayor crecimiento pero aumenta la deuda
Volviendo al análisis, la calificadora resaltó que el incremento en la proyección de crecimiento refleja “grandes proyectos de inversión, fuertes importaciones de bienes de capital y mejora de las condiciones crediticias”.
Para el próximo año, prevén que el crecimiento baje a un 2,3%, en un contexto de esperados ajustes fiscales.
Sin embargo, aun con una economía “resiliente” a pesar de la incertidumbre global, Fitch resalta que el crecimiento es insuficiente para conseguir que el PIB per cápita pase de los US$17.400 a los US$34.600, en línea con países “pares”.
La organización también resaltó que la economía pequeña y “altamente expuesta a shocks externos” de nuestro país ha sufrido impactos mínimos de los aranceles de Estados Unidos, y que está más expuesto a una caída global en la demanda de cobre que en las políticas comerciales de Donald Trump.
Por otro lado, prevén un déficit fiscal equivalente a un 2,2% del PIB en 2025; de un 1,6% en 2026 y 1,4% en 2027, mientras que la deuda pública se elevaría de un 42,3% del PIB este año a un 43,4% en el medio término.
“Sin embargo, la deuda de Chile se mantiene debajo de la media de la calificación “A” de 57,3%”, resaltó, advirtiendo que es probable que el próximo gobierno necesite medidas de consolidación para mantener la deuda bajo el 45% del PIB.
Entre los factores que Fitch nombré que podrían bajar la calificación de Chile, nombró una trayectoria al alza de la deuda pública/PIB o una caída de los activos soberanos; un estancamiento político o más evidencia a futuro sobre menores perspectivas de crecimiento.
Y por el otro lado, una trayectoria a la baja del ratio deuda pública/PIB podría mejorar la nota del país, incluyendo más “colchones fiscales” por un mejor precio del cobre o consolidación fiscal, además de mejores perspectivas de crecimiento económico que permitan elevar el PIB per cápita, bajar tensiones sociales y mejorar dinámicas fiscales.