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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

El gobierno de Javier Milei permite a argentinos comprar heladeras, lavarropas, aires acondicionados y hornos eléctricos en Chile, eliminando la prohibición previa. A pesar de los aranceles e impuestos de importación, los precios en tiendas chilenas son más convenientes que en Argentina. La nueva normativa entusiasma a viajeros, permitiendo la compra de un electrodoméstico por persona al año.

El gobierno de Javier Milei habilitó la importación de heladeras, lavarropas, microondas y aires acondicionados. Pese a los aranceles aduaneros que deben pagar los argentinos, el precio es mucho más conveniente en Chile.

Si con los celulares, el vestuario y los frascos de café no alcanzaba, los argentinos miran cada vez más hacia Chile para equipar su casa. Ahora, una normativa dispuesta por el gobierno de Javier Milei les habilita a comprar e importar heladeras (refrigeradores), lavarropas, aires acondicionados y hornos eléctricos, es decir, todos aquellos electrodomésticos de línea blanca que hasta no hace muchas semanas estaban prohibidos.

Los productos, que ya protagonizan varios videos virales en TikTok, se volvieron nuevas tentaciones en las tiendas chilenas, especialmente Falabella -con registro especial para ciudadanos argentinos-, París y Ripley, donde los precios marcan diferencias que, aun sumando impuestos y aranceles en la Aduana de Argentina, resultan más convenientes que en el mercado vecino.

@colomz_ Heladera y lavarropa desde Chile a Mendoza 👀 #compra #chile #mendoza #lineablanca ♬ sonido original – colomz_

La resolución “IG-2025-3-E-ARCA-DGADUA”, que entró en vigencia a fines de julio y lleva la firma del director de Aduanas, José Andrés Velis, fue anunciada de manera sorpresiva por el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, a través de la red social X.

“Más facilidad para importar electrodomésticos”, publicó el funcionario de Milei, al oficializar el nuevo “régimen simplificado de importación de productos línea blanca”.

Citando una película de terror y comedia sobrenatural titulada “The Refrigerator” (1991), donde una heladera malévola ataca a una pareja, Sturzenegger señaló que desaparece la prohibición que regía sobre los electrodomésticos de línea blanca importados para uso particular y confirmó que la lista de restricciones para importar se achicó nada más a drogas, armas, material arqueológico y mercadería con fines comerciales.

La noticia entusiasmó de inmediato a los viajeros argentinos que a diario cruzan a Chile, vía aérea o terrestre. Para tomar dimensión, incluso con las nevadas y los cierres intermitentes, entre 2.500 y 3.000 pasajeros salieron por el paso Cristo Redentor, según cifras de la coordinación citadas por Gendarmería Nacional. Ahora, se espera que ese número crezca por la habilitación horaria 24/7 desde el 1 de septiembre y ya de cara al próximo verano.

Según los lineamientos determinados por la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA), si bien está permitida la importación de los electrodomésticos de línea blanca, hay una serie de aranceles a pagar y límites en cuanto a la cantidad de productos.

Un argentino paga aranceles de hasta un 65% por importar un aire acondicionado (y le sigue saliendo barato)

El régimen especial para la importación de electrodomésticos de línea blanca funciona por fuera de la clásica franquicia de equipaje -esa de USD 500 por vía aérea o USD 300 por vía terrestre- y debe tributar como importación común. La regla es clara: una unidad por especie, por año y por persona mayor de 16 años, siempre declarada en el formulario “OM2153-A”.

A diferencia de lo que sucede con ropa, calzado, televisores, celulares o computadoras, hay costo impositivo importante en caso de que un argentino adquiera una heladera o un lavarropas en Chile.

Al pasar por la Aduana, debe pagar un 20% extra sobre el precio del producto correspondiente al Derecho de Importación Extrazona (DIE), otro 3% de Tasa de Estadística (TE), un 21% equivalente al IVA y un restante 11% de Impuesto a las Ganancias.

Ese 55% de aranceles de importación aplica para heladeras y freezers (código 1); lavarropas y secarropas (código 2); lavavajillas (código 3); hornos y cocinas eléctricas (código 4); y calefones y termotanques eléctricos (código 5).

Si el producto a importar desde Chile es un aire acondicionado (código 6), se suma al 55% otro 9,5% extra de impuestos internos, lo que eleva la carga de aranceles a un total de 64,5%.

Aun así, la cuenta sigue cerrando a favor de Chile frente a los valores de electrodomésticos hogareños que se ven en las tiendas de Argentina. Veamos cuatro ejemplos a continuación.

Chile vs. Argentina: la notable diferencia de precios en electrodomésticos

En la práctica, la flexibilización habilita que un viajero argentino cruce a Chile, compre una heladera o un lavarropas y lo ingrese de manera legal a su país, pagando el tributo correspondiente.

Si bien la comparación de precios da a favor de Chile, no es tan fácil hallar exactamente el mismo modelo a ambos lados de la cordillera. De todos modos, la diferencia de precios marca el pulso de un nuevo fenómeno de turismo de compras.

La lavadora y secadora LG modelo WD9MVC4S6 AI DD, de carga frontal con 9 kg de capacidad de lavado y otros 5 kg para secado, se consigue en Falabella Chile a $359.990 chilenos, es decir, 513.736 pesos argentinos. Si a ese costo le agregamos un 55% de aranceles, el precio final queda en unos AR$ 796.290 en total.

En Argentina, una lavadora-secadora LG con similares características a la de Falabella cuesta AR$ 1.367.399, tal como exhibe la tienda Cetrogar. Es decir, los argentinos pagan en su país casi el doble por un lavarropas que en Chile.

Comparación de precios entre Argentina y Chile en productos de línea blanca.

En tanto, la heladera con freezer LG GB34BPM, con 335 litros de capacidad, sale $459.990 chilenos en Ripley. En caso de que un argentino quisiera llevarla a su país, pagaría un equivalente a AR$ 656.444 más un 55% de aranceles de importación, dando como resultado AR$ 1.017.488.

En Argentina, el modelo LG con igual capacidad está más caro en la tienda Frávega, a 1.199.999 pesos argentinos.

Comparación de precios entre Argentina y Chile en productos de línea blanca.

Pasemos a la comparación de un microondas Samsung, con capacidad de 23 litros. En París se consigue a $59.990 chilenos, que representan AR$ 85.611. Al añadir el 55%, el valor queda en AR$ 132.697. En la tienda Frávega de Argentina, un horno eléctrico de la misma marca y capacidad figura a AR$ 299.999, más del doble que en Chile.

Por último, un aire acondicionado Hisense frío-calor, con Wifi y 12.000 BTU, cuesta en Falabella $299.990 chilenos, es decir, AR$ 428.111. Con un 64,5% de arancel diferencial, el precio pasa a ser de AR$ 704.242. En Frávega de Argentina, un equipo de similares características y equivalencia en frigorías (medición local), trepa hasta los AR$ 1.899.999, también más del doble que en Chile.