Un juicio que enfrentó a Internet Archive con cuatro grandes editoras en Estados Unidos, por la supuesta infracción de los derechos de autor de 127 obras protegidas en el modelo de préstamo establecido entre marzo y junio con motivo de la pandemia, se resolvió a favor de las editoriales.

Un juez falló en contra de la biblioteca digital de Internet Archive en un caso que le enfrentó con cuatro grandes editoriales que denunciaron a la ONG por vulnerar la ley de derecho de autor al publicar 127 de sus libros para descarga gratuita en internet.

La asociación sin ánimo de lucro anunció en marzo de 2020 la llamada ‘Biblioteca Nacional de Emergencia’ (NEL, por sus siglas en inglés), motivada por la pandemia de covid-19 y las medidas más drásticas que se adoptaron entonces como los confinamientos, que impidieron a muchas personas, como estudiantes e investigadores, acceder a los contenidos físicos de las bibliotecas.

Con NEL, Internet Archive suspendió el sistema de préstamos digitales controlados (CDL, por sus siglas en inglés) con el que hasta ese momento permitía las consultas de libros digitales en su biblioteca Open Library, y que funciona de forma similar a como se prestan los libros físicos: por orden de solicitud, a un único usuario a la vez y por un tiempo limitado.

En concreto, a través de esta plataforma facilita una copia digital autorizada vinculada a un libro en formato físico -legítimamente adquirido- que tiene en su posesión, y para ampliar el número de copias disponibles, se ha asociado con bibliotecas que contribuyen con tantas copias como libros en formato físico dispongan.

No obstante, y por un periodo limitado vinculado a pandemia, optó por facilitar copias digitalizadas de los 1,4 millones de libros de su biblioteca para que todos los interesados pudiesen acceder a estos materiales, de forma ilimitada y sin lista de espera.

Estas copias se hicieron en muchos casos escaneando los libros físicos originales, lo que llevó a las editoriales HarperCollins, Hachette Book Group, John Wiley & Sons y Penguin Random House a interponer una demanda ante la Corte Federal de Nueva York en junio de 2020, mismo mes en que Internet Archive puso fin a NEL, volviendo al modelo de préstamos basado en CDL.

Las editoriales justificaron su demanda en que Internet Archive había infringido los derechos de autor de 127 de sus obras al ofrecer las copias escaneadas y digitalizadas sin su consentimiento y de forma masiva.

Según reportó Gizmodo, el juez consideró válidos los argumentos de las editoriales, afirmando que Internet Archive creó material “derivado” de las obras al convertir libros impresos en e-books y distribuirlos, contraviniendo el modelo estándar por el cual las bibliotecas públicas pueden prestar sólo un número limitado de los libros de sus colecciones -límite que fue superado por la ONG-.

Asimismo, por ley las librerías deben pagar a las editoriales por el uso continuado de sus copias digitales, pudiendo sólo distribuirlas un número limitado de veces.

Internet Archive, por su parte, defendieron que las medidas adoptadas por la pandemia impidieron el acceso a 650 millones de libros impresos, y que su actuación se enmarca en el principio de ‘uso justo’ -la excepción legal a la violación de los derechos de autor por “propósitos como crítica, comentario, reporte de noticias, enseñanza (incluyendo múltiples copias para uso en clases), becas, o investigación”) para la promoción del progreso de la ciencia y las artes útiles.

Ambas partes solicitaron el juicio sumario, que fue concedido, y que este viernes el juez de distrito John G. Koeltl, en el Tribunal de Distrito para el Distrito Sur de Nueva York -tribunal federal de primera instancia-, resolvió a favor de las editoriales y en contra de Internet Archive, al entender que la forma en que copió y prestó las obras durante la NEL sí infringe la Ley de Derechos de Autor (Copyright Act).

La presidenta y directora ejecutiva de la Asociación de Editores Estadounidenses, María A. Pallante, agradeció la “afirmación inequívoca de la Ley de Derechos de Autor y el respeto por el precedente establecido” hecho por el Tribunal “al rechazar los argumentos que habrían llevado el uso justo a marcadores ilógicos”. Manifestó que con su decisión, el Tribunal “ha subrayado la importancia de los autores, los editores y los mercados creativos en una sociedad global”.

Por su parte, Internet Archive anunció su intención de recurrir la decisión, calificándola como “un golpe para todas las bibliotecas y las comunidades” a las que sirven.