Los seres humanos necesitamos socializar, como la mayoría de los seres vivos. Es inevitable, aún si eres una persona introvertida, necesitas hablar con alguien de vez en cuando para no volverte loco.

A pesar de esto, hay muchos que pasan sus días en soledad para evitar a individuos que les caen mal, o por simple nerviosismo.

Un nuevo estudio indica que esto no sólo es malo para tu salud, sino que podría cambiar la química de tu cerebro completamente.

Normalmente, cuando se estudia o investiga la soledad se pone el foco en la forma en la que la gente actúa o sus actitudes sociales. Sin embargo, el estudio del Dr. Moriel Zelikowsky, neurocientífico de la universidad de CalTech, se concentró en la forma en la que el cerebro procesa información durante periodos extensos de soledad.

La investigación, la cual fue publicada en en journal médico CELL, utilizó a un grupo de ratas como sujetos, quienes fueron puestos en aislamiento por una cantidad de tiempo, para luego medir los químicos siendo procesados por su cerebro.

Pexels (CC0)
Pexels (CC0)

Los resultados indicaron que el cerebro de los pequeños roedores se había reconfigurado para crear y procesar más de la molécula TAC2, lo cual también incrementaba la fabricación del NkB. Ambas, según el estudio, podrían ser responsables de la respuesta de estrés de los animales.

En la práctica, esto significa que los ratones tenían niveles de estrés por sobre lo normal, y eran más propensos a actitudes agresivas y destructivas al contactarse con cualquier ser vivo.

Esto entrega información invaluable sobre no sólo como reacciona un ser vivo a nivel biológico ante la soledad y falta de interacción social, sino también sobre las moléculas que causan el estrés que sufrimos todos día a día.

Esta reconfiguración puede ser remediada, e incluso se pueden utilizar medicinas que bloqueen la fabricación y procesamiento de estas para bajar los niveles de estrés causados por el aislamiento social. Esto podría resultar en la creación de drogas que ayuden a pacientes a lidiar con depresión, ansiedad social, y más.

Por el momento, el estudio esta siendo analizado por los pares de los científicos, para poder determinar sus aplicaciones futuras y posibles puntos ciegos de la investigación.