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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

El aumento del nivel del mar y el cambio climático podrían hacer desaparecer las icónicas estatuas moái de Rapa Nui antes de que termine el siglo, según estudio en Journal of Cultural Heritage. Más de 50 sitios culturales están en riesgo de inundación, incluyendo Ahu Tongariki, donde 15 moáis podrían quedar sumergidos para el 2080. Propuestas van desde reforzar la costa hasta reubicar las estatuas. Los moáis ya sufren daños por el salitre, líquenes, animales y accidentes humanos.

Las icónicas estatuas moái de Rapa Nui, consideradas como guardianes de la isla y su cultura milenaria, podrían ver su existencia truncada antes de que termine este siglo, debido al aumento del nivel del mar y por las consecuencias del cambio climático.

Según un nuevo estudio publicado en el Journal of Cultural Heritage poderosas olas podrían cubrir Ahu Tongariki, punto arqueológico y turístico más relevante de la isla, de aquí al 2080, o sea, 55 años más.

Los moáis de Rapa Nui pueden desaparecer en el 2080

La investigación, liderada por Noah Paoa, doctor de la Universidad de Hawái y oriundo de Rapa Nui, utilizó modelos computacionales para predecir los impactos de la subida del mar. El diagnóstico es alarmante: más de 50 sitios culturales están en riesgo de inundación.

De las casi 900 estatuas moái diseminadas por la isla, que fueron talladas entre los siglos XI y XVI y que rinden tributo a los ancestros y jefe. Ahu Tongariki alberga 15 de ellas, que atraen miles de turistas al año.

Las opciones sobre la mesa van desde reforzar la costa, construir rompeolas o incluso reubicar los moáis, una medida que algunos consideran impensable y otros, inevitable.

De acuerdo a agencia AP, En 1960, un tsunami arrastró moáis tierra adentro, y hoy, a la amenaza del mar se suman los efectos del salitre, líquenes, animales y hasta accidentes humanos que desgastan las frágiles estatuas de toba volcánica.

Sol, viento, lluvia, animales y el hombre: el otro peligro de Rapa Nui

Eso sí, de acuerdo a un informe de BBC Mundo, los moáis comenzaron a deteriorarse en el mismo momento en que fueron talladas, por el sol, el viento, la lluvia y las fluctuaciones de las temperaturas.

Explican que cuando la humedad del rocío marino se evapora, “la sal cristaliza en el interior de la blanda toba volcánica y se expande, provocando que la estatua se descascare o astille, creando grietas finas y cavidades en forma de panal”.

Pero los animales también interfieren con los moáis, ya que caballos y ganado se frotan en los monolitos, mientras que las aves arañan y depositan excrementos tóxicos, o guano, que erosionan aún más el material.

Por último, también está la culpa del hombre. Recuerda que en el 2020, un camión chocó accidentalmente contra un moái.

Referencia:

Paoa, N., Fletcher, C. H., Azouri, A., Barbee, M., Anderson, T. R., Guiles, M., Habel, S., Thompson, P., McDonald, K., Tognacchini, C., Wilkins Riroroko, G., & Luther, D. S. (2025). Impacts of sea-level rise and wave inundation in the Tongariki Complex, Rapa Nui. Journal of Cultural Heritage, 75, 84–92.