Cinco rebanadas de pan, mismo número de bolsas de plástico, agua, jabón, desinfectante, y algunos teclados. Con esta mezcla de implementos, una profesora enseñó a unos niños lo importante que es lavarse las manos, revelando los grotescos resultados en redes sociales. Si bien el experimento fue divulgado en 2019, recientemente volvió a viralizarse.

El experimento científico de una profesora estadounidenses se viralizó, uno en el cual enseñó de la forma más ‘grotesca’ que pudo a sus estudiantes sobre la importancia de lavado de manos: con pan, expuesto a manos limpias y sucias.

Así quedó evidenciado en cinco fotografías, cada una con una rebanada de pan de molde expuesta a una condición específica, divulgadas nuevamente por redes sociales esta semana, pese a que originalmente se publicó en 2019 cuando, según las profesoras, comenzaba la época de gripe.

La primera, untada sobre los teclados de los computadores portátiles de la sala de clases. La segunda, un pan fresco y sin tocar. La tercera, tocado con manos sucias. La cuarta, tocado con manos lavadas con agua y jabón. La quinta, con manos desinfectadas con gel antibacterial.

Los resultados saltan a la vista.

Cinco de los panes presentados en el experimento, algunos visiblemente infectados con sólo ser tocados por manos sucias.
Dayna Robertson y Jaralee Metcalf

La ‘tarea’ fue aplicada en 2019 por la profesora Dayna Robertson y su colega, la especialista en conducta humana, Jaralee Metcalf, de la Discovery Elementary School en Idaho Falls, Estados Unidos. Para el experimento, le pidieron a sus estudiantes con distintos niveles de limpieza en sus manos que toquen las rebanadas recién sacadas de su envase, para luego resguardarlas en bolsas de plástico separadas y esperar un mes.

Pasado ese tiempo, expusieron los resultados.

Además de la importancia de lavarse las manos con agua y con jabón, los niños aprendieron que el desinfectante -tan masificado en pandemia- no es reemplazo suficiente.

Según recuerda Science Alert, estos experimentos o similares son bastantes comunes en los salones de clases en todo el mundo, estando las instrucciones detalladas en el sitio web del Hospital para Niños de C.S. Mott. Sin embargo, es importante que los docentes antes consulten las restricciones sanitarias de la escuela en la que trabajan, pues algunas podrían restringir lo que pueda entenderse como una “granja de microbios”.

“Todos los estudiantes lo encontraron asqueroso”, dijo posteriormente Robertson. “De verdad se volcaron en la forma cómo lavaban sus manos. Se dieron cuenta de que el desinfectante no es suficiente, y tienen que usar agua y jabón”.

Por su parte, el epidemiólogo Terri Stillwell, citado por el medio especializado, recuerda que “deberías lavar tus manos antes, durante y después de comer. También antes de comer, después de ir al baño, después de sonarte la nariz, después de tocar animales, y cuando sea que parezca que están sucias”.