Los expertos han catalogado este fenómeno geográfico como un "peligro potencial", aunque por ahora "no se esperan eventos devastadores".

El pasado miércoles 27 de julio se registró un terremoto 7,1 en el norte de Filipinas y en Chile el mismo día se ocurrió un sismo de 6,2 grados en el norte del país, que también alcanzó a Bolivia y Argentina. A raíz de estos movimientos telúricos, son varias la dudas que surgieron sobre el Cinturón de Fuego del Pacífico, en el que se encuentran estos países.

Se trata de una región de 40.000 kilómetros de largo que está compuesta de placas tectónicas que convergen bajo el océano y abarcan parte de Asia y América. Esta zona, según informa National Geographic, tiene una actividad sísmica y volcánica alta. De hecho, allí se concentra “el 90 % de la actividad sísmica del planeta.”.

Su ubicación abarca principalmente a Chile, Argentina, Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, El Salvador, Honduras, Guatemala, México, Estados Unidos y Canadá. Mientras que en Asia pasa por países como Japón, Taiwán, Filipinas e Indonesia. Además, también alcanza a Rusia y Nueva Zelanda.

Los expertos han catalogado este fenómeno geográfico como “un peligro potencial para cientos de millones de habitantes de unos 40 países distintos”. Esto porque es la cuenca de un gran número de volcanes, solo en Indonesia existen 41 que se mantienen activos y los mayores terremotos de la historia se han registrado en países que lo circundan.

¿Cómo funciona el Cinturón de Fuego del Pacífico?

“Las placas litosféricas que subyacen en el Pacífico se mueven a más velocidad que el resto de las de la Tierra debido a la conocida como “tracción de placa”, explican en NatGeo. Lo que hace que la actividad sísmica sea más intensa porque allí las placas se mueven más rápido de lo normal.

Y es que son dos placas que convergen y forman el cinturón (o anillo), la placa de Nazca y la placa de Cocos. Esto “genera una zona sismogénica capaz de provocar los terremotos de mayor magnitud de la Tierra”, señalan.

Si bien es un lugar peligroso, tiene una dinámica que produce menos daño del que podría esperarse, puesto que se mueven constantemente. El factor clave es que liberen energía cada cierto tiempo, “se hunden varios centímetros por año y acumulan enormes tensiones que se liberan en forma de sismos”, detalla el medio.

Aunque el Cinturón de Fuego del Pacífico está en constante actividad -de ahí que algunos países sean tan sísmicos, como Chile-, en el caso hipotético de que se activara completamente, ocurrirían terremotos en todos los países que son parte de él.

Además, también habría mayor actividad volcánica, por lo que algunas ciudades que tengan volcanes podrían verse afectadas. Sin embargo, los expertos señalan que la probabilidad “es baja”, ya que libera energía con regularidad y por ahora “no se esperan eventos devastadores”.