Fue en noviembre pasado cuando la astrónoma chilena Paula Jofré fue elegida por la revista Time como una de las “100 estrellas en ascenso”.

Junto a su colega de la Universidad de Cambridge, Robert Foley, fueron destacados por su trabajo relacionado al nacimiento de las estrellas en la categoría de “Innovadores”.

Tal como recoge LUN, luego de aprender en Estados Unidos que podía utilizar la biología y antropología para estudiar la evolución de la galaxia, la chilena armó el árbol genealógico de 22 estrellas de la Vía Láctea.

“Tomé los árboles genealógicos de la biología y la antropología para crear un árbol cósmico del vecindario solar. Estudio la evolución química de nuestra galaxia”, señaló al citado medio.

Según detalló la astrónoma, para estudiar evolución debe existir un proceso hereditario, “de una generación a otra”.

“Eso también ocurre en las estrellas. Lo otro es que todos los seres que uno investiga tienen que estar compartiendo un lugar. En este caso, todas las estrellas estudiadas pertenecen a esta galaxia, comparten entorno”, precisó.

En su investigación, Jofré escogió 22 estrellas de la Vía Láctea, incluyendo el Sol, para así desarrollar el árbol cósmico, estudiando además los 17 elementos químicos que las unen.

La astrónoma explica que una de las características de las estrellas es que heredan la composición química. “Todos los elementos químicos los generan las estrellas en su interior”, detalló.

Una vez que la estrella muere, los elementos químicos que generó los “devuelve” al espacio, material que posteriormente forma nuevas estrellas.

En ese sentido, para saber qué estrella es familiar de otra, busca aquellas que sean más parecidas, “que son las que están más cerca entre ellas genéticamente (químicamente) hablando. Con la ayuda de un algoritmo que junta los objetos cercanos, pueden crear un árbol. “Si dos estrellas tienen un patrón químico similar es porque nacieron de una misma nube molecular”, mencionó.

En tanto, para medir la composición química de las 22 estrellas seleccionadas, emplearon la técnica de espectroscopía. Esta no sólo sirve para conocer sus componentes, sino que también para observar si la estrella se aleja o acerca.

Jofré, quien es licenciada en Astronomía de la Universidad Católica y doctorada en Alemania, también se desempeña en el Núcleo de Astronomía de la Universidad Diego Portales.

Su trabajo se basa en la investigación de las poblaciones estelares de la Vía Láctea, mejorando los métodos que se utilizan para medir las abundancias químicas estelares, para así comprender la evolución de la Vía Láctea.

Cabe señalar que ya en 2018 había sido destacada por la revista estadounidense Science News (SN) como uno de los 10 científicos jóvenes que está dejando huella, gracias a su investigación en astrofísica estelar y galáctica.