La banda nacional Kudai, que desde hace ya 20 años cosecha miles de seguidores por toda Latinoamérica, regresa a los escenarios locales en una nueva etapa artística.

En una semana, el regreso de Kudai agotó todos los tickets de su primera fecha en el capitalino Club Chocolate, donde la icónica banda de pop chileno de inicios de los 2000 ya agendó una segunda presentación: también el sábado 14 de enero, aunque esta vez en un concierto para todas las edades.

A modo de cierre, la jornada será coronada con una fiesta post-show bautizada como “We Love 2000’s”, título que, en parte, engloba el espíritu de la convocatoria. “Esa década se conjuga con este periodo de introspección mundial que tuvimos con la pandemia del covid-19, de volver a replantearnos cosas a nivel global”, propone en diálogo con BioBioChile uno de los fundadores del otrora cuarteto adolescente, Tomás Manzi.

“Tuvimos un momento muy importante para resignificar cosas que pensábamos como normales, muchas veces sin sentido. Estamos dándonos cuenta que era mucho más amplio el espectro de cosas que, entre comillas, pueden ser ‘aceptables’. Cosas que nosotros sí cantábamos en esa época”, agrega, y ejemplifica su tesis con una de las canciones del grupo multiplatino: “Disfraz”.

“Allí, por ejemplo, nosotros hablábamos de esa liberación y del encierro que sentía gente de la comunidad LGBT (…). Fue una etapa de mucho aprendizaje, la adolescencia de nuestra generación”, cuenta Manzi, dejando en claro que esto no quiere decir que haya incomodidad o aversión a la adultez actual.

Para Nicole Natalino, el crecimiento, no sólo musical sino biológico de sus integrantes, es motor y factor clave de esta nueva etapa, sobre todo al momento de hacer girar el timón artístico del colectivo. “Ahora, a diferencia de antes, nosotros tenemos el control de toda nuestra carrera musical, que cuando uno tiene 15, o 16 años, siempre es muy manejada por un tercero. Eso te quita libertad. Y ahora, además de todo lo que significa la adultez, esto tiene que ver con la posibilidad de nosotros mismos hacernos cargo”.

Según Manzi, “Laberinto” (2019), el álbum que marcó el regreso de la banda que completan Bárbara Sepúlveda y Pablo Holman (hijo del célebre bajista y compositor chileno Ernesto Holman), tiene sus orígenes en dicha inquietud: “El disco llevó ese nombre porque fue un desafío poder reencontrarnos como banda, pero ya tomando las decisiones, estando en la parte más creativa de nuestra carrera”.

Dos años después, en 2021, presentaron “Revuelo”, una recopilación de reversiones de sus grandes éxitos.

Kudai: “Siempre pasa que nadie es profeta en su tierra”

Mucho antes del eco internacional de la música urbana chilena, y con “Vuelo” (2004), el primer álbum formal de Kudai, la fama del conjunto atravesó fronteras y los catapultó como una referencia del pop adolescente latino. Desde entonces, su nombre se replicó en todos los países de habla hispana del continente, con significativo éxito en México y consecuencias que son palpables incluso en nuestros días.

En junio pasado, junto a artistas como Dulce María, Paty Catú, Bacilos, Nikki Clan, Fanny Lu y Kalimba, fueron parte del “2000s Pop Tour”, gira que ofreció 4 shows en el país azteca y que sólo en su debut, en Ciudad de México, reunió a 25 mil personas, agotando todas las entradas.

​​​​​​​”Siempre pasa este efecto que nadie es profeta en su tierra y que todo llega a Chile por rebote si te está yendo bien afuera. Eso pasa en la gran mayoría de las industrias relacionadas con el arte. Cuando uno ve que una obra de teatro la están dando en Berlín, uno dice: ‘oh, hay que ir a verla’. Eso nos pasaba hasta con nuestros propios amigos. Son ejemplos burdos, pero es lo que nos tocó vivir mucho tiempo durante nuestra adolescencia”, cuenta Manzi.

(P): Hoy, con la perspectiva del tiempo: ¿Hay aspectos de la carrera de Kudai que hubiesen llevado de otra forma?

(NN): Nosotros éramos bien partícipes, no se nos restringió tanto, se nos dio libertad, nos juntábamos con los compositores y les expresábamos lo que queríamos escribir. Con 15 años, no teníamos la experiencia para hacer una canción completamente solos, pero en lo musical sí lo desarrollamos súper bien.

(TM): Por supuesto hubiese ido diferente en términos de cómo se repartieron después los recursos de todas las ganancias y todo eso. Era una época donde no existían las redes sociales tan masificadas como hoy, ni la información tan inmediata; había que esperar meses para darse cuenta de estas cosas, de las cuales nos hubiese gustado darnos cuenta antes. Pero sí, es una buena etapa esta de reencontrarnos a nivel profesional, más que por pura chacota como cuando éramos chicos y lo único que hacíamos era aprendernos las letras, cantar y pasarlo bien.

(P): Hace unos días dijeron que les gustaría hacer “música urbana con letras emo”. ¿Hay posibilidades de concretar ese anhelo?

(NN): Ahora en la música se pueden hacer todo tipo de fusiones. Kudai tiene mucho que aportar en cuanto a letras y significados. A mí lo urbano me gusta mucho, hay artistas donde sus voces son muy lindas. Soulfia hizo una colaboración con Natalino (trío liderado por Cristián Natalino, hermano de Nicole) que me gusta mucho. Ahora la música no tiene prejuicios, así que felices de hacer algo urbano o lo que sea. La música es estar aprendiendo. Y no hay que tener miedo a probar.