“Te digo la verdad, esa vez tuve una impresión grandísima por la cantidad de gente. ¡Había espectadores arriba de los árboles!”. Así era el recuerdo que Raffaella Carrá conservaba de su célebre visita a Chile en 1982, en el marco del Festival de Viña del Mar.

“Eran miles y miles. Recuerdo muy bien que en esa presentación lo pasé bomba”, señaló en 2018 la cantante, bailarina, actriz y alguna vez jurado de la versión italiana de “The Voice”, en diálogo con el diario El Mercurio

Aquella vez, Carrá se presentó durante dos noches en la Quinta Vergara y se convirtió en la primera “Reina” del certamen. Ese año, el evento tuvo en su parrilla a Raphael, The Police, Franco Simone, Salvatore Adamo, Hernaldo Zúñiga, Vikki Carr, Emmanuel, el colectivo humorístico Pujillay y los cantantes nacionales Gloria Simonetti, Cristóbal, Buddy Richard, Fernando Ubiergo, Óscar Andrade y, por supuesto, la popular diva oriunda de Bolonia.

En Roma, donde residía aquel 2018, Raffaella aún conservaba la Antorcha que recibió del Monstruo.

“Tengo aquí un premio que me dieron, la antorcha. Cuando la recibí estaba tranquila, aunque muy emocionada, porque había terminado el show y tuve una respuesta muy calurosa del público”, contó.

En el mismo diálogo, se dio tiempo para narrar una curiosa anécdota del show: “Cuando salí a escena había mucha humedad y mis bailarines me advirtieron que el piso era resbaloso como una pista de hielo. Me dijeron que debía ir despacio y como yo nunca voy despacio, pensaba que me iba a caer en medio de esta audiencia tan importante”.

“Cuando llegó el momento de las acrobacias estaba concentrada en el público y con una parte de mi mente pensando en el suelo. Yo pensaba: ‘Nos vamos a caer, nos vamos a caer todos’, pero no pasó nada. Hace poco he visto el video que grabó la televisión chilena de esa presentación y ha sido fantástico”, agregó.

A pesar de su abrumador éxito en Viña del Mar, Carrá nunca más volvió al festival. “¡Qué noche! Fue una experiencia dramática, un momento tremendo. Estaba emocionada porque antes había estado ante grandes audiencias, pero nada como este Festival. Viña del Mar es algo que no olvidaré nunca”, dijo.

“Cada año me invitan a Viña del Mar, pero la verdad es que febrero es un periodo en que tengo compromisos importantes. Mi agenda está llena de cosas. Lo siento mucho. Ir a Chile a hacer de jurado no me interesa y para cantar de nuevo y resbalar, ¡Dios mío!… Por ahora, me conformo con verlo por televisión”, aclaró.

Para la italiana, el valor del Festival era algo inapelable, y lo graficaba así: “Cada cual (los festivales) tiene un motivo. Viña del Mar es muy importante para el mundo latino. Si los concursantes hicieran giras sería muy útil. También está San Remo, es muy italiano y reconocido en nuestra nación, y Eurovisión, que es muy importante para el continente europeo”.

En relación a su propia carrera, remarcó: “Me gusta ensayar profundamente y ser profesional… No conozco otro camino. Hay que prepararse mucho, aunque la suerte también puede acompañarte. Si llegas al éxito entonces ya no tendrás tiempo de desarrollarte. Esto lo dicen grandes artistas, no lo he inventado yo. El éxito te mata: lo tienes una vez y luego te apagas”.

En la publicación, la artista también recordó con cariño una de sus canciones más célebres: “Hay que venir al sur” (“Tanti auguri”, en italiano, 1978). “Es increíble, no sé cómo explicártelo. Es una canción inmortal y no sé qué provoca en la gente: la he cantado en inglés, en japonés y otros idiomas, y siempre tiene un encanto”.

Raffaella Carrá