El mundo del espectáculo está de luto por el fallecimiento de la cantante italiana Raffaella Carrà, quien falleció a las 78 años dejando grandes éxitos e icónicos momentos a través de su carrera.

Esta artista, nacida en la ciudad de Bolonia, Italia, comenzó su carrera a los ocho años, cuando ingresó a la Academia Nacional de Danza de su país natal. A principios de los años 50, inició su carrera como actriz, llegando a interpretar varios papeles, compartiendo pantalla hasta con Frank Sinatra en la película El Expreso de Von Ryan en 1965.

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Hizo su debut como presentadora de televisión en 1961 y en paralelo al estreno de su filme con Sinatra, realizó el musical Scaramouche, según explica el sitio Busca Biografías.

Los años dorados de Carrà

Esta “diva italiana” como era conocida en su país natal, cuyo nombre era Raffaella Maria Roberta Pelloni, decidió cambiar su apellido paterno por “Carrà”. En palabras de la misma intérprete, “fue en 1961. Me lo puso un guionista, aunque a mí no me gusta el acento, como homenaje al pintor del movimiento futurista Carlo Carrá”.

Su salto a Hollywood estuvo marcado por su película I compagni, la cual protagonizó junto al actor Marcello Mastroianni, aunque según relata el sitio Guioteca, sería poco tiempo después que la cantante volvería a Italia, debido a que la industria norteamericana no era “lo que necesitaba”.

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“Cuando terminaban de rodar, todos iban a alcoholizarse o a tomar cocaína. Esa vida no me gustaba. Mis padres estaban separados. Mi padre no quería que yo incursionara en esto porque creía que estaba lleno de gente rara, que podías perderte enseguida. No estaba tan equivocado”, señaló en esa oportunidad.

Su regreso a Italia significó sus inicios como presentadora de televisión y fue considerada como una “show girl”, debido a las diferentes habilidades artísticas que poseía.

Pero no fue hasta inicios de los 70 que se consagraría en la televisión, convirtiéndose en la favorita de la audiencia italiana.

No obstante, pese a su éxito, la carrera de Raffaella no estuvo exenta de polémicas, las que nacían a raíz de su vestuario y canciones. En una entrevista concedida a la revista Rolling Stone Italia, dijo que “Yo cantaba con la cabeza, el cabello, la libertad del cuerpo. Había algo de liberación sexual feminista en mis canciones y en esos provocativos arqueos al ritmo de la música. El rock, que para mí es más filosofía que música, está en mi cuerpo, aunque cante cosas más sencillas, menos duras. Lo importante es la fuerza”.

Su éxito como artista, la llevó a arribar a nuestro país en 1982 y convertirse en la primera reina del Festival de Viña, a sus 39 años.

Luego de años en televisión, que incluyeron su participación en el programa de talentos The Voice Italia en 2013, decidió retirarse en el año 2016, pero regresó en gloria y majestad en 2019 para realizar un programa de entrevistas, del cual resultaron tres exitosas temporadas.

Ícono de la comunidad LGBTIQ+ y feminista

Como se dijo anteriormente, Carrà definía sus canciones como una libertad de expresión sexual. Así mismo, fue considerada un ícono y símbolo para las disidencias sexuales en épocas donde aún era tabú hablar de ello.

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Según recoge la revista Vanity Fair, la cantante italiana dijo sobre esto que “Moriré sin saberlo. En mi tumba dejaré escrito: “¿Por qué he gustado tanto a los homosexuales?”.

Incluso, fue una de sus canciones, Lucas, la cual se convirtió en una especie de himno para el colectivo LGBTIQ+ tras su estreno en 1978, siendo incluso premiada en 2017 por el World Pride de Madrid, como un Ícono Gay Mundial.