La obra del artista visual y académico fue instalada frente al Museo de Bellas Artes el 14 de noviembre. Buscaba llamar la atención. Pero fueron las redes sociales las que hicieron masivo el debate. Esta columna -simple opinión- es resultado de ello.

Palabras Mayores

La obra de Enrique Matthey busca llamar la atención, romper la rutina de los ciudadanos para invitarlos a mirar. Como dijo el artista a biobiochile.cl:

“El hecho de cubrir con esta roca, con esta piedra, la escultura de la Rebeca Matte, en el frontis del MNBA, produce una interrupción del cotidiano, y eso hace que uno se pregunte sobre la escultura y el entorno del museo. Y ahí uno comienza a verlo por primera vez”.

(Algo que no es nuevo. Basta recordar la obra Cuerpos Blandos -1969- de Juan Pablo Langlois -1936-2019- realizada con polietileno y papel de diario. O la intervención Inversión de Escena, del CADA, en 1979. Las cruces en el pavimento frente al MNBA de Lotty Resenfeld en 1985. O los perros de Encontraron Cielo, de Antonio Becerro, el 2014).

Palabras Mayores también busca provocar, al instalar la obra en el lugar donde está o estaba “Unidos en la gloria y en la Muerte” de Rebeca Matte (1875-1929). Justo frente al acceso del Museo Nacional de Bellas Artes.

Además, en esta “roca”, el artista incluye una gráfica de la cultura Selk´nam. En específico, uno de los motivos con los que pintaban sus cuerpos en la ceremonia Hain. El específico, el que representaba a Ulen (Espíritu masculino del sector norte de la Isla de Tierra del Fuego).

Una “roca” sólo con una referencia a “arte primitivo”, poco “civilizado”. No como es en su concepción la arquitectura y el fin original del MNBA.

Los triunfos de Matthey

El proyecto de Enrique Matthey ha logrado varios triunfos. Los obvios son el haber ganado un concurso (Fondart), algo que pocos consiguen. Luego, haber logrado los permisos y la venia de instituciones (y personas, que es como en Chile funcionan muchas instituciones). Finalmente, ha logrado instalarla.

Uno de los logros más importantes es, a mi juicio, el haber generado debate. Ese era uno de sus objetivos. Hacer que la gente se detuviera, que mirara, viera, se cuestionara. No solo eso, ha logrado generar un amplio debate en redes sociales. Si bien la mayoría son simples comentarios, muchos agresivos (lo que es habitual en las polémicas), también hay juicios y reflexiones interesantes, que aportan miradas diversas, enriquecedoras.

Cedida

Falencias del proyecto

Encuentro que, más allá de sus atributos, Palabras Mayores tiene una serie de falencias. Por ejemplo, esa ambigüedad entre ser una roca o una maqueta de utilería. Al verla, al tocarla, no queda clara la intención del artista. Y entre ambas alternativas, las interpretaciones pueden ser muy distintas.

Lo mismo me sucede con el diseño Selk´nam. ¿Pretende ser una referencia o una suerte de “arte rupestre” de esa cultura? Nuevamente la ambigüedad gana y le hace perder fuerza a la obra.

Todo lo anterior, como la pulcritud de la instalación, le quitan fuerza. No es una roca arrojada en el lugar, como provocación ante la insistencia en inculcarnos una cultura europeizante (hoy, norteamericanizante). Tampoco en haber hecho graficas en la roca con los “actuales Selk´nam”, con quienes serían para la sociedad actual esos seres a “civilizar” o a exterminar.

Tampoco se va al otro extremo. Hacer todo abiertamente de utilería, “made in China”. Todo falso, de decoración, desechable, como es nuestra cultura de consumo actual. Una “atracción” pasajera. Una obra para reflexionar sobre nuestra forma de vivir actual.

Ni lo uno ni lo otro. Más bien se queda en un “en la medida de lo posible”.

El principal aporte

Pero hay, para mí, un logro mayor.

El mayor logro, para mí, el verdadero logro es el graffiti de “Jesús te ama”. Llego a pensar si no es parte de la obra, de la creación de Enrique Matthey.

¿Qué significa ese rayado de “Jesús me ama” más allá de lo literal? ¿Son los actuales colonizadores -herederos de aquellos de fines del s XIX y principios del XX- que quieren “evangelizar”, imponer lo suyo sin tratar de entender al artista y a los “Selk´nam actuales”?

La verdadera profundidad de Palabras Mayores no la ha dado el debate, sino la acción “evangelizadora y civilizatoria” de quienes la rayaron (aunque no estén conscientes de ello). Develar que ese espíritu -colonizador (que anhelo distintos a otros cristianos, o al mismo San Francisco de Asís), evangelizador y exterminador- aún vive o cohabita en nosotros, como sociedad, como personas. Un espíritu que nos marca -como país, como cultura- y sigue vivo, siempre alerta para actuar.