La roca, que es una intervención de un artista visual chileno, ahora contiene grafitis con críticas negativas a esta pieza de arte.

Desde hace algunas semanas que una enorme “pieza de arte” expuesta a las afueras del Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA) ha llamado la atención de los transeúntes, se trata de una roca gigante, obra del artista chileno Enrique Matthey.

Esta intervención, desde que fue instalada a inicios de noviembre en el frontis del museo recibió una ola de críticas negativas y ahora una imagen viral finalmente mostró que esta obra fue vandalizada.

Según se puede ver en la imagen que posteó en X (Twitter) @lolaborgia, la roca ahora tiene algunos grafitis escritos con frases como “arte penca”, “weá fea (sic)” y “autor: hijo de papi”.

Por el momento, el MNBA no ha emitido comentarios al respecto y se desconoce si la roca recibirá algún tratamiento para quitarle los grafitis o si pronto será retirada del lugar.

¿Por qué hay una roca gigante afuera del Museo Nacional de Bellas Artes?

Este obra artística se llama “Palabras Mayores” y es una intervención del ya mencionado Enrique Matthey, artista visual y académico del Departamento de Artes Visuales de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile.

De acuerdo con un comunicado de la casa de estudios, la roca fue instalada donde antes se encontraba la obra “Unidos en la gloria y en la muerte” de Rebeca Matte, que fue retirada del lugar.

La enorme piedra además tiene elementos iconográficos del pueblo selknam y fue trasladada desde Isla Negra, escoltada por Carabineros de Chile, debido a su gran tamaño.

“Fue un largo proceso, de cuatro años o más. Era una imagen que me rondaba de modo obsesivo, y me parecía alucinante que se tratara de una piedra, algo tan común, que sepultara el cotidiano, que se erigiera como protagonista por unos días”, comentó Matthey en el comunicado.

Cuando la roca llevaba a penas 4 días expuesta, el artista ya había recibido algunos comentarios. “He escuchado comentarios de todo tipo, a favor y en contra (yo voy y me instalo a observar de incógnito, como un ciudadano cualquiera). Por lo general, los adultos mayores son contrarios a la intervención y encuentran que es una falta de respeto, una vergüenza, una manera grosera de derrochar el dinero. La gente joven, en cambio, es más empática y entusiasta, se interesan más: se acercan, la tocan, se interrogan cosas, se sacan fotos”, aseguró.