Eduardo Vilches Prieto (Concepción, 12 de diciembre de 1932), Premio Nacional de Arte (2019), es uno de los artistas visuales chilenos más consistentes. Con una obra acotada pero rotunda, que invita a múltiples miradas e interpretaciones, todas marcadas por una ética envidiable.

Eduardo Vilches: Grabados (1960-1974)

En el MAVI UC (Museo de Arte Contemporáneo Universidad Católica) se está exhibiendo la exposición Eduardo Vilches: Grabados (1960-1974). Una muestra que reúne unos 70 grabados adquiridos por esa casa de estudios al Premio Nacional. Estará abierta hasta el 7 de julio.

Eduardo Vilches: Grabados (1960-1974) reúne obras del periodo más prolífico de su producción. Años marcados por el grabado.

Eduardo Vilches: Grabados (1960-1974)
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Como escribió Cristián Silva, curador de la muestra, sobre algunas de sus obras: Son “figuras tan categóricas, monumentales y rotundas, como enigmáticas y sugerentes. Mientras que en sus obras anteriores tiende a primar el sentido del paisaje vasto y extendido, en este cuerpo de trabajo nos encontramos con elementos en close-up, en una suerte de exploración de las nociones de ‘símbolo’ y de personaje’”.

Arcángel, de Eduardo Vilches
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Sin embargo, los elementos de continuidad en la obra de Vilches parecen ser el sentido de síntesis. De la capacidad de resumir con lo mínimo la mayor cantidad de contenido, de interpretaciones, de variables. De combinar, al mismo tiempo, una impresión de casual, soltura, de improvisación, con un resultado que parece inmodificable. Incluso en las diversas variaciones que hace Eduardo Vilches Prieto en un tema, de un motivo. Cada uno es una obra terminada.

Sin embargo, estas “obras terminadas”, “inmodificables”, adquieren vida a través de cada persona que las ve, las interpreta. Que deja llevarse por ella, que permite que gatillen su memoria, sus recuerdos, su imaginación.

Eduardo Vilches: Grabados (1960-1974)
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Grabados más conocidos

“Este cuerpo de obra producido por el artista en dictadura (y también marcan su última incursión en el grabado tradicional)”, escribe el curador, refiriéndose a sus grabados más conocidos, … “Surgidas en tiempos de emergencia y peligro constante, estas imágenes se construyen al mismo tiempo como autorretratos del artista y como retratos colectivos; eminentemente simétricos y frontales, estas obras plantean, del modo más elegante, pragmático y preciso posible, algunas de las problemáticas más profundas de la condición humana universal.”

Eduardo Vilches: Grabados (1960-1974)
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Así como Eduardo Vilches, en sus inolvidables clases, invitaba a explorar, entre otros temas, los juegos entre figura y fondo, en esta serie de grabados invita, en forma temprana, a sentirse parte de un colectivo. Cuando la sociedad se sumía en el miedo y/o en el abandono de las individualidad -una sociedad militarizada donde aparentemente solo importaban valores generales, abstractos-, Vilches invita a mirarse. A mirarse en esa muchedumbre anónima de la que forma parte el espectador.

Esa es una de las claves en la obra de Eduardo Vilches. Parecen tan simples, son tan sintéticas, tan inmodificables y sugerentes, que son universales. Sin artilugios, sin ser parte de modas, trascienden tiempos y fronteras.

Color y ética

Lo anterior, se ve sustentado por una ética implacable. Una ética en su forma de trabajar como artista y como profesor (60 años de docencia), y en sus relaciones. Donde la bondad, el buen trato, no interfirieron en la honestidad. Donde todas sus obras son relevantes, son una búsqueda.

Eduardo Vilches no tuvo estudios universitarios completos. Estudió, con Gregorio de la Fuente, pintura y participó de talleres, por ejemplo como alumno libre en la Escuela de Arte de la Universidad Católica de Chile. En esa Escuela conoció a Sewell Sillman (1924-1992), profesor visitante de la Universidad de Yale. Sillman era discípulo y ayudante del artista Bauhaus Josef Albers (1888-1976). Influenciado por Sillman, Vilches postula y obtiene la Beca Fulbright para estudiar en Yale en 1960.

A su regreso a Chile, adaptó el curso de Color de Albers, impartiéndolo por décadas a estudiantes de arte, diseño y arquitectura. A pesar de este conocimiento, en sus obras usa el blanco del papel, el negro y, en algunas, azul cobalto. No se aprovechó de los ejercicios ni del espacio académico para crear sus obras.

"Vilches", documental de Ignacio Agüero
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Grabados realizados antes del golpe de estado.

Eduardo Vilches e Ignacio Agüero

Vilches y Agüero se conocen hace al menos 37 años. No solo los une una obra sólida, sobria, que trasciende. Uno como artista visual, el otro como documentalista, como cineasta. Ambos son amables, consecuentes. Con ética. Referentes ineludibles de generaciones de creadores.

Ignacio Agüero hizo su mítico documental Cien niños esperando un tren en 1988. La protagonista de éste es Alicia Vega, esposa de Eduardo Vilches.

En Eduardo Vilches: Grabados (1960-1974) hay un documental. Se titula Vilches. Son 30 minutos de conversación distendida en la casa que Eduardo y Alicia tienen en Chiloé.

Con los recursos de una buena cámara, de la sensibilidad y la empatía, el documental “Vilches” registra una conversación que entra en la esencia humana y artística del Premio Nacional. Es un documental que complementa de gran forma la exposición, mostrando a la persona, sus motivaciones y convicciones. Su sensibilidad, sus tiempos y énfasis. Lo hace de manera tan llana y directa, que el espectador se puede sentir parte de la conversación.

Observaciones

Eduardo Vilches: Grabados (1960-1974) es una gran exposición. Para observar con tiempo. Con disposición. Tal vez habría sido bueno -y justo- destinar el MAVI completo al artista. Para dar más espacio para contemplar estas obras. Y para dejar insinuados, al menos, su periodo anterior, con unos dibujos de paisajes de gran factura. Paisajes coherentes que anunciaban sus grabados posteriores. Y sus trabajos posteriores, fotografías que son vuelco, renovación y continuidad de sus grabados.

Eduardo Vilches: Grabados (1960-1974)
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Eduardo Vilches: Grabados (1960-1974)

Serie de grabados considerados por el curador como síntesis de la obra de Eduardo Vilches.

Museo de Artes Visuales MAVI UC
José Victorino Lastarria 307. Santiago
De martes a domingo, de 10:00 a 18:00 horas.
Hasta el 07 de julio de 2024
Entradas: Menores de 12 años, gratis; de 13 a 18 años, $1.000; de 19 a 64 años: $3.000. Turistas extranjeros: $5.000. Mayores de 65 años, personas en situación de discapacidad y universitarios/as con credencial: gratis. Último domingo del mes gratis.