La cantante reclamó en 2017 que Jagger "nunca me dio el crédito" de enseñarle sus primeros pasos de baile.

La música y el mundo del Rock está de luto luego de que se confirmara la muerte de Tina Turner, conocida por ser la reina del Rock and Roll, siendo íntima de otros astros como David Bowie y Mick Jagger.

Pero su amistad iría incluso más allá con este último porque, además de ser su amigo por décadas, Turner fue la encargada de enseñarle a Jagger a bailar aquellos icónicos pasos que marcaron su carrera.

En 2017, Turner conversó con Daily Mail recordando su relación con las estrellas del rock, donde aseguró que tanto Jagger como Bowie eran “los hermanos que nunca tuve”.

“Nunca dormimos juntos y nunca intentaron nada conmigo, creo que fue porque me veían como un modelo a seguir de alguna forma”, comentó.

“Mick quería bailar, y yo era una bailarina, pero él nunca me dio el crédito”, se quejó entonces.

“Él dice que fue su madre quien le enseñó a bailar, pero las chicas y yo trabajamos con él en los camerinos. Le enseñamos a hacer el Pony (un paso de baile popular en los años 60)”, contó entonces.

La misma historia relató en 1981 con la revista People. Entonces, Turner recordó la gira que tuvo con Jagger en 1966, donde no dudó en criticar los iniciales movimientos de Jagger.

“En sus shows, él solo se quedaba quieto sobre el escenario con la pandereta en la mano”, narraba, recordando sus espectáculos en sus primeros cuatro años con los Rolling Stones.

Fue el desplante y energía de Turner lo que inició la amistad entre los artistas. Así, al ir recorriendo los escenarios de Inglaterra, su relación se fue acercando.

“No sabía quiénes eran los Stones. Eran solo estos chicos blancos y Mick era el que siempre estaba parado en las alas mirándonos. Era un poco tímido frente a mí, pero finalmente comenzamos a divertirnos”, narró, según confirmó en 2018 La Tercera.

“Intentaba cosas como el paso del Pony o algunos movimientos de cadera detrás del escenario y todos nos reíamos”, aseveró. Sin embargo, poco después la propia Turner aseguró que lo que impedía a Jagger sacar sus mejores pasos no era nada más que su timidez.

Además de aquella gira en los 60, Turner y Jagger continuaron compartiendo escenario en múltiples ocasiones, tanto entre los shows de los Rolling Stones como los de la propia estrella.