La película Blanquita ganó el premio a Mejor Guion, Sección Orizzonti del Festival Internacional de Venecia (2022) y a Mejor Película en el Festival de Huelva de Cine Iberoamericano (2022).

El director Fernando Guzzoni (La Colorina, Carne de perro, Jesús) conversa de su última y premiada película, Blanquita. Una ficción basada en el “Caso Spiniak”.

Historia

Blanca (Laura López Campbell) es una joven de 18 años. Vive con su bebé en un hogar de menores dirigido por Manuel, un sacerdote que lleva más de 30 años trabajando con jóvenes vulnerados. Estalla un escándalo sexual que involucra a empresarios y altos dirigentes políticos. Blanca, con el apoyo de Manuel, se transforma en la testigo clave que tendrá al país en vilo.

Caso Spiniak

“Hay algo muy particular en un caso que siempre me resonó. Es que pasaba el tiempo y había un reverso que la historia oficial, la historia judicial, que la verdad judicial, que el establishment, que los medios no podían capturar del todo.

“Parecía un caso que no se podía asir, encerrar en estas verdades transversales donde pareciera que no hubiera un reverso. Tenía la sensación que había algo que no terminaba de cerrar.

“Para la época parecía muy subversivo esta idea de la mentira como ejercicio extra-moral para conseguir justicia. Había un acuerdo de la élite donde desde el poder judicial, la prensa, la Iglesia Católica se habían “cuadrado” con ciertas personas de influencia”, afirma Guzzoni.

Blanquita
Quijote Films

Una niña pone en jaque a poderosos

“Me parece muy fascinante que una niña o una joven de extracción popular, de un “hogar” (hogar para jóvenes vulnerados) tuviera en vilo a toda la opinión pública durante 11 meses. Sentía que había ahí una heroína con doble moral que me parecía muy fascinante de interrogar. Esa obsesión se fue sosteniendo a lo largo del tiempo y me fue convenciendo de que ahí había una película, que había que resignificar esta historia.

“Lo fascinante de Blanquita es cómo una mujer sin poder, sin redes logró, incomodar o tensionar espacios históricamente vedados a personas de su estrato social.”

¿Realidad o ficción?

“La película no tiene un afán histórico político tan preciso. En ese sentido voy planteando mis propias obsesiones. Pero el grueso de Blanquita es bastante fiel a la historia.

“Hice, por ejemplo, investigación a través de expedientes judiciales. Utilicé gran parte de las declaraciones de los jueces de la época (anterior a la reforma procesal penal, donde había jueces que investigaban, existía la figura del careo que hoy día es impensable), como de otros involucrados, en la película.

“Hay algunos hitos que están alterados, otros que fueron obviados. Pero el grueso de la estructura es bastante fiel al caso real”, sostiene el director.

Justicia para los excluidos

“Está la idea de que las verdaderas víctimas fueron excluidas del caso por daños neurológicos por consumo de drogas. Y que eso, de alguna manera, establecía un vacío para poder acceder a la justicia.

“También está esta especie de dupla entre el sacerdote católico y esta niña, donde uno ve que hay objetivos y deseos contradictorios. Por un lado tienen que ver con establecer un espacio de reparación pero por otro lado hay cierto narcisismo.

“Sentir que hay una niña que siempre ha sido obviada y que, de pronto, adquiere un poder que le produce fascinación.”

Heroína con doble moral

“Parecía interesante construir un personaje femenino que no estaba higienizado, que no estaba puro, que tenía deseos contradictorios. Pero que también era una especie de vocera de estos niños que no tenían voz. Ahí estaba este acto de heroicidad, pero siempre pasado por un dejo de doble moral.

“En tiempos de mucha corrección política, me interesaba un personaje femenino que no era una figura santificada de lo femenino, como veo muchas veces en películas, casi como un gesto acomodaticio. Eso era fascinante.”

“Me parece interesante la idea de, en términos más formales, cómo esta película es una reflexión sobre los límites de la representación. Cómo un personaje interpreta un rol al interior de la película. Era un dispositivo que hace que Blanquita sea una alegoría sobre el estatuto de la verdad, que es algo que tiene este caso.”

¿Qué te gusta de la película?

“Me gusta hacer trenzar, hacer pesar, ir contra la corriente, tensionar, incomodar.

“Eso lo hago con el personaje de Blanquita. Lo mismo con este sacerdote con cierta vocación social, que había consagrado su vida a esta labor. Pero que también tenía una vanidad que lo hacía muy humano y contradictorio.

“Pienso que ahí hay un valor de la película. El jugar con grises y no construir relatos unidimensionales. Son personajes en permanente contradicción, elaborando sus ambigüedades”, dice Fernando Guzzoni.

Reacciones

“Me ha sorprendido el que la crítica ha sido bien unánime. En Venecia ganamos el León. Estrenamos en Estados Unidos y, desde el New York Times para abajo, todas las críticas fueron positivas.

“Creo que la película reúne dos cosas que a mí me parece que no debieran ir por rieles separados. Establecer un cierto espesor en el mensaje sin renunciar a una estructura trepidante o que pueda convocar o generar puente con audiencias.

“El ejercicio de género, con uso del thriller, del policial, hace que sea más amable su forma sin descuidar su fondo, su vocación política discursiva.

“El mensaje ha sido bien captado y recibido por la audiencia, que a veces cuesta combinar.”

Laura López

“Esta es la primera película de Laura. Ella había actuado en un cortometraje de Manuela Martelli. Ella me la sugirió. Pero en ese corto Laura ni siquiera hablaba, solo estaba en pequeñas escenas sin diálogo, pero su cara encerraba un misterio que yo quería explorar.

“Hicimos entonces un teaser (adelanto de la película) que, para mí, fue un ejercicio para ver si ella podía ser lo que estaba imaginando para el personaje. Eso eso me convenció.

“Fue un trabajo muy interesante en términos de dirección de actores, porque Laura no tiene ninguna aproximación académica a la actuación. Ella estudió música. Fue un trabajo arduo mío y de ella para ir encontrando tonos, trabajar corporalidades, miradas… fue un trabajo acucioso, demandante y bonito de ir construyendo, con cierto vértigo, algo que por momentos era bien ciego. A veces, cuando uno está haciendo no sospecha si el resultado va a ser lo que esperas.

“Ella tiene mucha disciplina. Entendió, a pesar de su poca experiencia, lo que significaba en términos de responsabilidad enfrentar un rol de esa naturaleza. Es muy estudiosa. Hicimos un trabajo de co-creación.

“Laura logró absorber esta idea de un personaje difícil de asir, de pronto jabonoso. Que tenía un costado bien misterioso pero también se colaba cierta fragilidad y cierta violencia en otros momentos. Fue experimental, pero es algo que he trabajado antes”, sostiene Guzzoni.

Volver a trabajar con Alejandro Goic y Nicolás Durán

“Voy construyendo relaciones con los actores que escapan de lo estrictamente artístico o cinematográfico. Tengo mucha proximidad con ellos dos. Son actores que, a pesar de su diferencia generacional, tienen una característica en común: Arrojo. Cuando confían en algo dejan algo mucho más allá de lo técnico.

“En general cuando estoy escribiendo algo se me cruzan en la cabeza. En este caso había una lógica etaria en esta construcción que los hacía muy idóneos para estos roles y no lo dudé mucho.

“Siempre pensé en Alejandro, en ese look de cura jesuita medio gendarme, con un corte de pelo rudo, que por momentos parece todo menos un sacerdote católico.

“Con Nicolás quería construir un personaje donde se colaba la marginalidad y con esa suerte de redención muy literal. Hicimos un trabajo muy interesante de investigación donde él estuvo con grupos evangélicos durante harto tiempo.

“Eso terminó plasmándose en una especie de ética y estética que tienen estos grupos evangélicos más integristas que hacen trabajo en sectores populares y con presos, en cárceles.

“No podría haberme imaginado otros actores para estos roles y me dejaron muy contento lo que logramos construir con ellos”.

Blanquita, Carne de perro y Jesús

“Hay un denominador común en todas ellas. Sus personajes centrales están fuera de la oficialidad, están en los “extra radios”, colisionan o han colisionado con el poder. Pero están postergados.

“Son personajes que se nos cruzan, pero que no están vinculados a cúpulas de poder, a redes de poder. Ese es un diálogo común entre los personajes de las tres películas”, termina diciendo Fernando Guzzoni

Blanquita se estrena en salas el próximo 27 de abril.

Afiche de Blanquita
Quijote Films

Ficha técnica

Dirección: Fernando Guzzoni
Guion: Fernando Guzzoni
Elenco: Laura López Campbell, Alejandro Goic, Amparo Noguera, Nicolás Durán, Daniela Ramírez, Marcelo Alonso y Jaime Vadell

Año de producción : 2022
Idioma : Español
Productora: Quijote Films, Varios Lobos, Tatantula, Bonne Pioche, Madants
Países: Chile, México, Luxemburgo, Francia, Polonia
Producción: Giancarlo Nasi
Coproductores: Pablo Zimbrón Alva, Donato Rotunno, Pascal Guerrin, Yves Darondeau, Emmanuel Priou, Beata Rzeźniczek
Distribuidora: El Camino Films