De manera consciente o no, la búsqueda y proyección artística de la compañía de teatro Butho Ruta de la Memoria se sintetiza en esta propuesta, ya que luego de una larga vuelta creativa con los ojos de la memoria puestos en el entorno -siempre con lo colectivo y lo propio como eje-, ahora se describe a las mujeres del mundo personal de la creadora, actriz, coreógrafa y directora Natalia Cuéllar.

Por Leopoldo Pulgar Ibarra

Este recorrido temático y de recursos escénicos es nítido e innovador: después de “La Procesión” (1997), impresionante intervención callejera (con cia. Los Mendicantes), una treintena de jóvenes testimoniando a un grupo de leprosos, Natalia debutó con su compañía en “Cuerpo quebrado” (2008, Premio Mejor Dirección U. de Chile): detención y desaparición por la Dina, brazo terrorista de la dictadura militar, de tres mujeres embarazadas.

Luego, vinieron “Xibalbá” (2012, Premio Círculo de Críticos de Arte, Mejor Obra, Dirección e Iluminación), inspirada en el sacrificio de una doncella ante este Dios del inframundo de la cosmovisión maya (etapa mexicana del exilio familiar), extraordinaria expresión corporal y sensorial de una obra atemporal; y “Los fragmentos de la memoria” (2015), butoh, poesía y cuerpos desnudos que hablan sobre la existencia, la muerte y la búsqueda de seres que luchan por no desaparecer.

En su última etapa, Ruta de la Memoria puso en escena “Golpe, una mujer rota” (2016) con la violencia doméstica y el miedo claustrofóbico en la relación de pareja.

Ella, Nosotras y Yo
Raquel Morales

Con vida propia

Este sentido circular también está presente en “Ella, nosotras y yo” al acoger lo personal y lo colectivo como rasgo sustantivo de la vida en estas tres etapas que muestra el montaje, esta vez, a partir de recuerdos, sentimientos, emociones y testimonios materiales, objetos con vida propia que tiemblan en manos y ojos de la protagonista.

Y con los viajes en primer plano: en realidad, la propuesta es una travesía única y rica que de manera indirecta alude a la diversidad de culturas y países del mundo que conoció como consecuencia del exilio que la directora vivió desde cuando tenía 8 meses de edad.

“Hace mucho entendí que el tiempo no tiene lugar propio. Yo intentaba detenerlo, a veces, acompañarlo. Pero él avanzaba y retrocedía cada vez que quería. No pude seguirlo. Entonces, me quedé atrapada en un lugar sin futuro ni retorno”.

Este texto al inicio de la obra, además de incorporar la palabra hablada, que a veces utiliza el butoh contemporáneo, define el terreno neblinoso por donde se moverán la propuesta y la masa documental, en un escenario con dos bastidores movibles que funcionarán como pantallas de video y puertas de entrada y salida.

Por allí se filtrarán evocaciones reflexivas y sensoriales sobre la madre, las migrantes en el mundo y la propia vida, junto a la inevitable maleta, fiel e indispensable guardadora de memoria, compañía solitaria del movimiento corporal y la imagen, capaz de contener incluso el cuerpo de la actriz.

Ella, Nosotras y Yo
Raquel Morales

Nuevo comienzo

El butho sin maquillaje, la iluminación que crea y tiñe lugares reales y abstractos, el universo sonoro donde vive el protagonismo del agua (ríos, lluvia) trasforman el cuerpo denso, hermoso, tenso y expresivo de la intérprete en un factor que cruje y ruge en el escenario.

Cuando corre y busca atrapar el tiempo a brazadas, también con movimientos lentos, como recuperando la conciencia luego del viaje y el escozor anímico que nunca falla; ella en el centro de todo mientras la maleta a la espera de ser revisada con gesto cotidiano intervienen en una de las escenas más elocuentes, cuando la intérprete subsume cuerpo y alma en ese vientre compañera de tantos viajes.

El espectador se sorprenderá con esta aproximación necesaria a la historia de nuestro país por muy dura que a veces se presente, a través, de los recursos variados que utiliza esta obra de teatro butho.

Una propuesta que no esconde lo confuso de la vida, que se mezcla con los olores y colores que se viven en los nuevos comienzos, experiencias que recién se inician en la tierra que es propia y que suman caricias, amor, gestos agresivos, alegrías, penas y lucha diaria.

Ella, Nosotras y Yo

Cía. Ruta de la Memoria
Dirección e interpretación: Natalia Cuéllar Díaz

Asistencia Dirección y Diseño Iluminación: Raimundo Estay Correa
Composición musical: Pablo López Rojas
Post Producción Imágenes: Rodrigo Díaz
Jefe Técnico: Juan Madrid
Intérprete canción “Con toda Palabra”: Glenda Rojas Galdámez
Producción: Leonel Cornejo Rojas

Museo de la Memoria y los Derechos Humanos

Matucana 501, Santiago
Jueves, viernes y sábado, 20.00 horas.
Entrada libre.
Invitaciones dos horas antes.
Hasta 9 julio 2022.