Retirar el maquillaje después de un largo día de trabajo, puede ser una de las cosas más molestas que debe hacer una mujer, sin embargo, es esencial que lo haga. Dejar los productos en el rostros puede provocar problemas en la piel y hacer que aparezcan brotes de espinillas.

El mercado ofrece una gran variedad de productos para poder facilitar esta tarea, entre ellas destacan las aguas miscelares y las toallitas desmaquillantes. Las primeras han tenido un tremendo auge en los últimos años, mientras que las segundas siguen siendo la opción más económica.

Este producto, sin embargo, tiene que ser usado manera adecuada para que funcione de la forma esperada, y al parecer por años lo hemos estado haciendo mal. Según explicó Debra Luftman, una connotada dermatóloga de Beverly Hills, existe una técnica especifica para poder eliminar el maquillaje sin tener reacciones adversas.

Es importante que use su limpiar desde el frente hasta la mandíbula, de modo que no distribuyamos la grasa y las bacterias alrededor de todo el rostro, causando brotes de acné” explicó a la revista femenina InStyle.

La experta sugiere que se debe comenzar por las zonas más limpias y claras de la cara, para continuar con otras que no lo son tanto. De esta forma, no se arrastrarán las bacterias desde un lugar hasta otro que no las tiene y que podrían extender el problema. El último lugar que se debe desmaquillar es la nariz. “Ya que es una de las partes grasosas de la cara”, dijo.

Por el último, y aunque suene lógico, a veces es necesario usar más de una toallita, especialmente para limpia el cuello. Además, siempre pero siempre se debe lavar el rostro tras retirar el maquillaje.

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Posibles inconvenientes del uso de toallitas

Aunque no está en discusión su funcionalidad y lo prácticas que son, la mayoría desconoce las implicancias de su uso. Por ello, los dermatólogos estadounidenses Maryann Mikhail y Craig Kraffert, aclararon en Huffington Post algunas dudas respecto a la utilización de estos productos.

Según los especialistas, los ingredientes activos de las toallitas, por lo general, son los mismos que los de los limpiadores regulares y ambos se basan en agentes tensioactivos, que disuelven el maquillaje, así como solubilizantes y emulsionantes que ayudan a remover el aceite y la piel muerta.

La diferencia, es que como no nos lavamos la cara con agua tras pasar estos pañitos, el aseo facial no se hace tan a fondo, quedando una parte de la suciedad en la piel.

Por otro lado, usarlas muy a menudo puede causar irritación. “Las toallitas desmaquillantes son rápidas y convenientes, pero no son óptimas para la salud general de la piel”, dice Kraffert. Él explica que al no enjuagar los ingredientes activos del producto, el residuo que queda puede exponer la piel a altas concentraciones de solubilizantes, tensioactivos y emulsionantes.

Esto puede provocar sequedad e irritación en algunas personas, especialmente en quienes tienen la piel seca o sensible. Además, algunas toallitas contienen alcohol, lo que puede causar ardor y/o picazón, dice Mikhail.
Por otro lado, para aumentar la vida útil del producto, generalmente se agregan conservantes que también podrían exponer la piel a productos químicos dañinos o que causan alergia.