El gobierno argentino del presidente Mauricio Macri observa con preocupación la crisis política que sacude a Brasil, su mayor socio comercial y expresó apoyo institucional en momentos en que la mandataria Dilma Rousseff enfrenta pedidos de destitución.

La canciller Susana Malcorra negó que Argentina haya dado un respaldo “frío” a la presidenta Rousseff en estos días que se agudizó la crisis en el país vecino, tal como consideraron algunas fuerzas políticas opositoras a Macri.

“No, no lo hay, hay un apoyo institucional que es lo que corresponde“, defendió la canciller en declaraciones a radio Belgrano.

En cuanto a la tensión social que prima en Brasil, Malcorra dijo que “el manejo de estos problemas a través de la demostración pública y la generación de grandes movimientos puede ser peligroso y eso nos preocupa enormemente”.

“Las instituciones tienen que resolver los problemas a través de los canales institucionales. Rousseff fue elegida a través de un mecanismo democrático y sólo así se puede cambiar eso“, añadió.

Malcorra también fue consultada sobre el debate en el Congreso brasileño para analizar un pedido de juicio de destitución contra Rousseff por un millonario y extendido caso de corrupción.

“Ha habido mucha conversación sobre el impeachment (juicio político), pero no ha avanzado. Si no lo ha hecho es que no habrá elementos suficientes”, declaró.

“Trabajamos con nuestros colegas de la Unasur para fijar posición” como bloque, adelantó.

La canciller argentina enfatizó que Buenos Aires está “siguiendo muy de cerca esta cuestión y con preocupación. Nos preocupa que la institucionalidad de Brasil se vea afectada”, agregó.

En los mismos términos se expresó el jefe de Gabinete de Macri, Marcos Peña. “Miramos con preocupación lo que pasa en Brasil. Es un socio estratégico, miramos con interés lo que está pasando pero con respeto porque es un proceso que tienen que definir ellos”, indicó.

Brasil vive uno de sus días más tensos de la larga crisis por el escándalo de corrupción de Petrobras, que se agudizó hace dos semanas con el allanamiento e interrogatorio del ex presidente Inacio ‘Lula’ Da Silva por su supuesta implicación en la trama que originó un terremoto político-judicial en el gigante latinoamericano.